Bajan los ingresos por cítricos

La Unió de Llauradors ha señalado este viernes que el balance de la campaña citrícola 2014-2015, a punto de concluir, deja unos resultados «negativos» respecto a la pasada campaña en el conjunto de especies, ya que los cítricos han dejado de ingresar unos 39 millones de euros con especial incidencia en las mandarinas y en las naranjas.

En un comunicado, el sindicado agrario ha indicado que estas cifras están basadas en las cotizaciones oficiales del Observatorio de Precios de la Generalitat que cifra la pérdida de ingresos para los citricultores en unos 39 millones de euros tras bajar los precios de media un 4 por ciento en relación a la campaña anterior que cabe recordar que fue considerada ya como una de las peores de la historia.

Según ha apuntado, económicamente la actual campaña ha generado unos ingresos para los productores de 735 millones de euros por los 773 millones de euros de la pasada campaña. El precio medio por kilogramo se ha situado en 0,273 euros, lo que supone una reducción de 0,012 euros por kilogramo sobre la anterior.

En este sentido, la Unió ha tildado la campaña de «desastre» en variedades emblemáticas como la Clemenules o la Navelina, que «continúa en caída libre». Sin embargo, la última parte de la campaña, ante «el mejor» comportamiento en precios respecto a campañas anteriores de las variedades de naranja Valencia, Lane Late y otras Navel tardías, «ha camuflado el desastre de la primera parte».

En concreto, la Unió ha incidido en que la Nadorcott ha iniciado «un descenso» de su cotización por lo que «empieza a cuestionarse la posible falta de rentabilidad de algunas variedades patentadas». A su vez, las variedades del IVIA como la Safor y la Garbí han tenido esta campaña problemas en la piel, circunstancia que, según ha criticado, ha sido «aprovechada y magnificada por ciertos operadores interesados en desacreditarlas frente a otras variedades extranjeras con patentes privadas que generan importantes beneficios a cargo de los sufridos agricultores».

En este sentido, la Unió ha alertado de estas prácticas que «desacreditan variedades realmente rentables en la actualidad por unos claros intereses económicos de los clubs y entidades que gestionan variedades que compiten en el mismo periodo de tiempo».

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