La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha manifestado este jueves su rechazo a las declaraciones realizadas por el Secretario General del PSOE, Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa celebrada ayer en Valencia, en las que afirmaba que se trata de “una situación de emergencia la corrupción en Valencia”.
La Primera Autoridad Municipal ha realizado estas declaraciones al término de la sesión del Tribunal de las Aguas celebrada con motivo del quinto aniversario de su designación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Barberá ha calificado de “lamentable” este acto en la medida en que “se quiso echar por tierra nuestra Comunidad”, y ha señalado que se trata de una “gran impertinencia venir a la Comunidad Valenciana a nombrarla como paradigma de la corrupción”.
Asimismo, también ha tildado de “decadente” la situación del socialismo valenciano pues considera “que ha consentido esta afrenta a la tierra valenciana, a las tradiciones y a la forma de ser de la Comunidad”. Así, ha anticipado que “serán castigados en las urnas” como consecuencia de su “falta de defensa de lo valenciano”.
En este sentido, ha exigido, por un lado a los socialistas de Valencia que rectifiquen; y, por otro, al socialismo español de la mano de Pedro Sánchez que deje de ser “un perrito faldero de grupos emergentes y partidos políticos de la izquierda radical, que defiendan la unidad de España, y que empiecen a liderar la izquierda moderada, que es lo que este país está demandando”.
Para concluir, Barberá ha apuntado la “evidencia” de que el Partido Popular hará una “clarísima” defensa de lo valenciano, y más aún cuando se han sucedido una serie de reconocimientos en la Comunidad: cinco Premios Nacionales, un premio Príncipe de Asturias y el dato de que “somos prácticamente la única Comunidad en la que ha bajado el paro”.