Los visitantes y asistentes al toque manual de campanas del Micalet no olvidarán el día de Navidad, ya que en pleno volteo del toque del mediodía, la campana el Jaume se salió de su eje y cayó sobre la plataforma de madera en la misma sala de campanas. Al parecer la rotura del soporte hizo que esta campana fundida en 1429 y con 1.750 kilos de peso, cayera sin causar heridos, aunque produciendo un gran susto.
Al ser día de Navidad las visitas son más escasas y sólo acceden al Micalet y la sala de campanas los propios campaneros y los invitados a presenciar los toques manuales, por lo que el accidente sólo quedo en un susto y no hay que lamentar daños personales. Este accidente es la primera vez que ocurre en la Catedral, ya que nunca se había dado el caso del desplome de una campana.
Los técnicos ya se han hecho cargo del Jaume y se llevará a restauración, para que vuelva a su sitio lo más pronto posible. Los trabajos de recuperación de la pieza, que está siendo valorada para conocer los daños reales que ha sufrido, se llevará a cabo fuera del campanario. De momento, y según el presidente del Gremio de Campaneros, Frances Llop, la caída del Jaume no afectará a los toques previstos, ya que la sala de campanas del Micalet tiene 11, por lo que se seguirá con el calendario previsto.
LAS CAMPANAS DEL MICALET
Si famoso es de por sí el Micalet, las campanas han cogido auge durante los últimos tiempos, debido en gran parte a los toques manuales que llevan a cabo el Gremio de Campaneros. Pero la singularidad de cada campana recae en su nombre y en su timbre, siendo las que marcan la vida diaria y festiva de los valencianos.
La más antigua de todas es la Caterina, cuya fundición se llevó a cabo el 1305, fecha que la hace ser la más antigua en funcionamiento en toda Corona de Aragón. En cuanto a los tiples son la Úrsula, de 1438; la Bàrbera, de 1681; el Pau, de 1489 y el Arcís, de 1529, que suelen ser de tamaño menor y con un toque más agudo. En cuanto a las mayores y de sonido más grave se encuentran el Vicent, de 1569; el Andreu, de 1604; el Manuel, de 1621, la accidentada el Jaume, de 1429 y la María, de 1544. Como gran campana, que marca las horas y que no se usa en volteos, está el Miquel, mientras que la más nueva es la Violant, de 1735.
Horas, toques a muerto, festividades, aviso de incendios o los cierres y aperturas de las murallas, son los encargos que las campanas del Micalet han tenido desde su construcción y que han servido a miles de valencianos para marcar los quehaceres diarios.
EXPERTOS INVESTIGAN LAS CAUSAS
Fuentes del arzobispado de Valencia aseguraron, este viernes, que las once campanas del Micalet son sometidas a restauraciones y revisiones de forma habitual por los campaneros que se encargan de su accionamiento.
Por ello, los expertos investigan las causas que originaron que la campana ‘el Jaume’ se desprendiera (con el yugo incluido) y cayera de pie sobre la plataforma de madera. Hasta el momento se barajan dos hipótesis: que el sistema de sujeción contase con deficiencias o que la campana en cuestión voltease a más velocidad de la que correspondía.
Foto: AVAN