Los días de vacaciones son ya cosa del pasado para la gran mayoría (algunas Comunidades Autónomas todavía apuran su asueto este lunes) y llega el momento de regresar a la siempre impactante rutina laboral, con su banda sonora de despertadores, atascos y claxons atronadores.
Pero como bien recalca Bruce Springsteen en su canción ‘Wrecking Ball’, los tiempos duros vienen y van, de la misma manera que este lunes pasará de largo y en pocos días se transformará en un nuevo viernes rebosante de ilusión, en un bucle infinito irremediablemente bipolar.
Mientras eso sucede, en cualquier caso, nunca está de más recurrir a unas cuantas canciones para aminorar el impacto de la vuelta al trabajo (o para animar a los que todavía se aferran a su utópico delirio perpetuamente vacacional).
‘EYE OF THE TIGER’
El siempre infalible clásico de Survivor sirvió para que el boxeador Rocky Balboa sacara lo mejor de sí mismo y fuera capaz de derrotar a cualquiera que se le pusiera por delante. No hay motivo, por tanto, para que no funcione con cualquier otro, sea el reto que sea el que haya que afrontar.
‘SHINY HAPPY PEOPLE’
Una adorable anomalía en la discografía de R.E.M. por su caracter descaradamente saltarín e intrascendente (y por la colaboración de Kate Pierson de The B-52’s). Pero aunque la propia banda renegara de su poder balsámico y la olvidara en sus conciertos durante quizás demasiados años, sin duda la gente radiante y feliz supone un certero golpe de buen rollo. Y de eso se trata, después de todo.
‘ROCK N ROLL RADIO’
A su manera, los Ramones supieron dar una forma macarra y salvajemente punk a unas canciones que en realidad eran puro pop ‘beatlemaníaco’. Con su grito de guerra ‘Gabba Gabba Hey’, aún hoy, cuando ya hace tiempo que dejaron de existir inevitablemente, son un chute infalible que transforma cualquier lunes lluvioso en un mágico sábado en la noche.
‘DANI CALIFORNIA’
Nada como abstraerse, poner el piloto automático e imaginarse a uno mismo paseando con Dani por alguna bonita playa no necesariamente californiana, pues no hace falta viajar tan lejos para sentirse en ese paraíso que, después de todo, está dentro de cada uno. Y los Red Hot Chili Peppers saben encontrarlo.
‘HAPPY’
Como en un edulcorado cuento de hadas, todo lo que Pharrell Williams toca se convierte automáticamente en baile, fiesta, sonrisas y positividad insultante. Venga esas palmas, happy, happy.