Comer de más nos mata

Nos excedemos en la cantidad que comemos. Y mucho. Por gula, por ansiedad, para tapar vacíos, por hábito social….Este es un principio extendido en la sociedad occidental, según el doctor venezolano Rafael García Chacón, experto en Nutrición Biocompatible y presidente de la Asociación Internacional de Medicina Holointegrativa, AMHI.

Pero hay otra razón  de peso: “Estamos biológicamente diseñados para comer de más como parte de nuestro programa básico de supervivencia. Nuestra especie viene de un ambiente cambiante, miles de años atrás, en el que a veces teníamos mucho para comer y otras veces nada. Aprendimos a acumular reservas, pero hoy no nos hace falta, tenemos las despensas llenas. Y sin embargo, sobrepasamos cada día  las cantidades con este mismo objeto de afrontar periodos de ayuno”.

Seguro que todos nos vemos reflejados en ello. Es casi un hábito levantarse en la mesa con el estómago excesivamente llenosentirnos pesados y con ganas de dormir una siesta para recuperar las energías que el organismo va a gastar en digerir los excesos. Como consecuencia de ello, “estamos más enfermos, llegamos a la vejez más deteriorados y se han incrementado incluso las enfermedades en los niños. La Nutrición clásica falla y además los médicos carecemos de información para pautar dietas a los pacientes”, explica Chacón.

Y lo peor, no hay nadie en el sistema sanitario haciendo el papel de educador para cambiar estos malos hábitos porque, como dice el doctor, los  médicos no cuentan en sus estudios habituales con la  materia de Dietética y Nutrición y sus  conocimientos al respecto suelen ser limitados.

¿Ha fracasado la  nutrición en el sistema sanitario? Con toda seguridad. Pero para García Chacón se debe a un enfoque incompleto de la alimentación para el ser humano. “Se les presta atención a los nutrientes clásicos (vitaminas, minerales proteínas..) y sin embargo se desconoce la importancia de la Bio-compatibilidad, de los reguladores de la ecología de las células madre (por ejem. los fotoquímicos y las moléculas que aportan ácido o bases)

En este marco, el doctor García Chacón destaca que ha surgido un nuevo modelo de alimentación basado en el código alimentario grabado en nuestros genes. Los beneficios de esta forma de nutrirnos  son una mayor energía, un mejor control del peso, menor propensión a enfermar, un deterioro orgánico más lentomayor duración de la vida y una velocidad de recuperación más elevada si estamos enfermos.

Es necesario hacer un cambio de alimentación pese a los informes que dicen que hay más esperanza de vida. Primero, como argumenta el doctor, porque no vivimos más que antes. “El límite de la vida del ser humano está entre los 110 y 120 años. Esto era así hace 2000 años y sigue siendo así. La probabilidad de llegar a esta edad es tan remota como lo fue hace 2000 años. Lo que ha aumentado es la expectativa de vida, el promedio, no la duración.  Y no tanto por los avances de la medicina como ciencia sino por el desarrollo de la red sanitaria (agua potable, sistema de recogida de basuras…) que ha limitado las epidemias que diezmaban a la población. La renta y la educación también mejoran la expectativa de vida”.

En la base de todos los males está que hemos pasado  de una  alimentación tradicional (con variedad de alimentos) a una moderna con comida rápida, muchos refinados y muchos lácteos. Y como consecuencia se incrementan los desajustes incluso en niños:  enfermedades infecciosas, alergias y asma, diabetes, enfermedad cardiovascular, parkinson y alzheimer, depresión (en esta última, se registra  el doble que tenían nuestros padres y el triple que nuestros abuelos.

Ninguna generación en toda la historia había consumido tantas vitaminas, minerales, proteínas y nutrientes como la actual y  había estado tan enferma. La reflexión está abierta. Comer solo lo necesario y considerar la calidad de los alimentos (sus fotoquímicos, antioxidantes…) o atiborrarnos cada día y seguir incrementando las epidemias actuales. Comencemos por el principio. Y tú ¿Cómo comes?

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