Día Internacional del Alzheimer 21 septiembre

Día Internacional del Alzheimer 21 septiembre por eso se ha realizado un homenaje a las personas que cuidan de los enfermos de Alzheimer. Con motivo del Día Internacional de la enfermedad en Madrid este lunes se ha inundado el cielo de globos.

El Alzheimer no conoce de sexos, de condición social, de gustos y, claro está, no se fija en si el enfermo es de derechas, izquierdas o de centro. Al Alzheimer le importa bien poco si su víctima es del partido A o B, y esto es algo que toda la sociedad debería tener en cuenta, empezando por los políticos.

Desde las asociaciones de Alzheimer quieren mandar mensaje a los políticos en general con motivo de la celebración este lunes 21 de septiembre del Día Mundial del Alzheimer. Básicamente porque, por una parte, los candidatos de los partidos políticos son quienes tienen la capacidad de legislar en las Cortes Generales; por otra, porque de este mal degenerativo no está libre nadie.

La entidad ha articulado esta petición a través de Change.org y con ella, lo que se pide es que la clase política incluya en sus programas electorales “el debate sobre un Plan Nacional de Alzheimer y otras Demencias, en el que estén contemplados los afectados, sus cuidadores y excuidadores, para que estos puedan vivir con dignidad

La campaña de recogida de firmas se inició hace unos días y hasta hoy mismo ha logrado recoger 8.134 apoyos, aunque no hay que olvidar que es necesario alcanzar los 10.000. En casi todas las familias, por desgracia, algún miembro padece esta enfermedad; por eso, todo el mundo puede aportar su granito de arena en forma de rúbrica. Así de fácil.

Precisamente, la Fundación Diario de un Cuidador, preparó diferentes actividades por la conmemoración de ayer lunes. En concreto, trató de inundar el cielo de Madrid con globos. Es la manera simbólica con la que se ha querido recordar a los alrededor de los 47 millones de personas que sufren este mal en todo el mundo, así como a sus cuidadores.

Uno de los propósitos de esta entidad es luchar porque se reconozca la figura del cuidador. En la mayoría de las ocasiones, este rol lo desempeña “un miembro de la familia del afectado”, algo que según los datos de la Fundación llega al 80% de los casos.

Una enfermedad como esta implica, tal y como subrayan sus responsables, “un cuidado absoluto que, en la mayor parte de las ocasiones, lleva al cuidador a sufrir depresión, aislarse y padecer exclusión social una vez fallece su ser querido”.  El fin ha sido “dar voz a estas personas, rendirles un emotivo homenaje y con él intentar que no se les olvide nunca más”.

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