El yonqui del dinero

EDITORIAL. Marcos Benavent y la manta del PP

¿Se les ocurre alguien con más desfachatez que Marcos Benavent? A nosotros no. Su irrupción en escena in live (que “en diferido”, vía grabaciones, lo teníamos muy presente) no puede ser más bochornosa, más vergonzante, más… ¿calculada? Asistimos atónitos a la sarta de tonterías que espeta en el canutazo de los medios de la Ciutat de la Justícia de Valencia, mientras que se acoje a su derecho a no declarar ante el juez. Que va a tirar de la manta, insiste. Incluso tiene la desvergüenza de remedar al rey Juan Carlos con su ya famoso “lo siento, me he equivocado…”, ¡vaya personaje!

Más allá de su estética de mitinero de Podemos, Benavent parece querer amenazar con la bravata de que lo va a contar y a devolver todo (a lo que ha robado se refiere, claro). Este yonqui del dinero, como se autodenominada, parece estar implorando una llamada de última hora, un aviso que le diga que cierre la boca y que alguien se encargará de alimentar su adicción en un paraíso fiscal. De este aprovechado, nos podemos esperamos cualquier cosa y que tenga retirado el pasaporte por vía judicial, estamos convencidos, no impediría que conceda de aquí algún tiempo una apestosa entrevista desde Bahamas -o la India- en uno de esos programas televisivos que se dedican a traficar con la peor basura.

¿Y el Partido Popular? ¿Ha dicho algo al respecto? Sí, Alberto Fabra, a la salida de la ejecutiva del pasado martes, se alegraba de no haber tenido ningún trato con Benavent. ¿Y Alfonso Rus?, tampoco. Entendemos que los populares puedan estar más preocupados en estos momentos de resolver la crisis abierta a raíz de la derrota electoral, pero precisamente para estos trending topics pasajeros o no, necesitan una ejecutiva fuerte, con un liderazgo sólido, que ateje estas bromas carentes de gracia.

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