Bravo, doña Gabriela

EDITORIAL. Navidades made in Ribó

Estamos asistiendo a unas navidades made in Ribó. En Valencia News no acertamos con la noticia-inocentada de que Ribó cambiaría carrozas por bicicletas de Valenbisi, pero nos acercamos bastante. Ayer, Ribó recuperó una acto laico celebrado en Valencia en una ocasión durante la Segunda República, más concretamente en 1937, recibiendo en el Ayuntamiento de Valencia a las «reinas magas», rompiendo así con las tradiciones valencianas de estas fechas e imponiendo una nueva visión. Por lo visto, el señor Ribó entiende que lo que ocurre año tras año es una visión católica de la Navidad y lucha por sacar de nuestra cultura todo aquello que haya sido producto de la influencia milenaria del cristianismo en nuestra tierra. Actos que son recibidos con ilusión por creyentes y ateos, puesto que es lo que siempre hemos vivido, sin interpretar una búsqueda de la expansión del dogmatismo católico.

Parece que el alcalde Joan Ribó sigue estancado en su revanchismo, que ya ni si quiera tiene origen en los 20 años de gobierno del Partido Popular en la Comunitat Valenciana, no; se remonta a lo oscuros años 30 en nuestro país. Parece que está más preocupado por borrar cualquier atisbo de lo que él considera símbolos del régimen que de gestionar, mientras que no se da cuenta que son los acontecimientos y símbolos que han representado nuestra infancia, nuestra evolución como personas, lo que hoy somos. Parece que sigue aferrado a su estrategia política por cambiar a su antojo personal e ideológico las tradiciones y creencias del pueblo valenciano. Le da igual si juega con la ilusión de muchas niñas y niños que, después de años hablándoles de los Reyes Magos de Oriente y creándoles la alegría navideña, llega Ribó y les cambia la historia.

No es la primera vez que ocurre. Su intención de sacar del Ayuntamiento de Valencia el tradicional Belén, a pesar de luego echar marcha atrás, como si de un rumor de las personalidades malignas de la prensa valenciana se tratara, clamó al cielo. Sea como sea, los valencianos han mostrado mayoritariamente su rechazo a este tipo de Navidad nunca vista. No son unas fiestas normales. No vaya a ser que les huela a catolicismo, a pesar de que sean tradiciones adoptadas ya como celebraciones paganas. Son unas navidades made in Ribó.

 

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