El Gobierno apuesta por una administración «fuerte, que no grande, y real»

 

El director del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), Manuel Arenilla, ha asegurado que es necesaria una administración «fuerte, que no grande, y real, que no ilusoria», así como revisar la cartera de servicios y crear un debate social «bien encauzado» sobre las necesidades de la sociedad.

En un desayuno informativo con Efe, ha explicado que éste es uno de los objetivos del plan estratégico «Innap Innova», promovido por su departamento, que ha editado una colección de once libros sobre innovación en la administración pública, en formato pocket y de fácil lectura.

La innovación, ha añadido, es necesaria para transformar la administración, que «ejerce un papel de liderazgo» y, «con ello, transformar la sociedad». En su opinión, la crisis ha vuelto a poner de manifiesto que «el Estado cumple un papel indispensable para la sociedad» para, entre otros asuntos, «marcar las grandes líneas en las que debe orientarse el futuro».

Ha recordado que el Gobierno ha puesto encima de la mesa 78.000 millones de euros para sacar adelante las cuentas públicas de las comunidades autónomas y corporaciones locales y conseguir «que el sistema de bienestar se aguante».

Arenilla, que ha señalado que el INAP da formación a unos 20.000 personas al año, especialmente a la elite administrativa, y reflexiona cómo mejorar la administración, ha reconocido que también hay «muchas ineficiencias», que es preciso detectar y subsanar.

Respecto a los libros, ha precisado que están destinados a un «público cultivado, pero no especialista» de la administración, que permiten «revisitar» los propios conocimientos y conocer por dónde van las tendencias en el mundo.

En su opinión, los distintos autores intentan crear «nuevo valor social» y mejorar la calidad de vida de las personas, porque la administración debe atender «funciones básicas de la sociedad», que no son las mismas de las de hace 30 años.

El director del INAP ha destacado que las previsiones de esos libros se desarrollan ya en un proyecto piloto con la Junta de Extremadura y que otras administraciones han mostrado interés también por aplicarlo.

A su juicio, lo básico es compartir el conocimiento y trabajar en red y ha insistido en que, en esta época de crisis y dudas sobre el futuro de la administración pública, son los funcionarios quienes tienen que «tomar conciencia y recordar cual es su función en la sociedad».

En los últimos 50 años, ha dicho, la administración ha tenido «un papel central», ya que fue ésta la que permitió la transición, la entrada de España en la UE, la descentralización autonómica o acceder al euro. También ha sido la que «ha experimentado y sufrido en su propia carne estos ajustes presupuestarios, despedidas de personal o adaptarse a este momento en que el país y la sociedad requería de ella un esfuerzo suplementario».

Ha insistido en que en cada uno de esos momento se han producido transformaciones profundas en la administración y cuando ésta cambia «se está reformando la sociedad». Para Arenilla, tanto en lo público como en lo privado es necesario la creatividad, el riesgo y la iniciativa, así como poner el conocimiento en red.

Tras insistir en que la administración pública es una pieza clave en una sociedad avanzada, ha abogado por una gestión pública moderna, ágil, eficiente y acertada, para lograr una sociedad con mayores cotas de bienestar y de calidad de vida.

En su opinión, su compromiso con la democracia debe orientarla a activar a los ciudadanos en su responsabilidad con la sociedad y con las instituciones políticas, para lo que debe ser éticamente ejemplar y favorecer el conocimiento político y social entre los ciudadanos.

De esta forma, ha agregado, se podrá reducir la distancia de los ciudadanos con los políticos y la Administración, que debe asumir un papel de liderazgo respecto a la innovación, a través de la mejora de los servicios públicos, la orientación a la ciudadanía y a las empresas y la eficiencia operativa. Para Arenilla, la innovación pública debe entenderse como la aplicación de ideas y prácticas novedosas en el ámbito de la gestión pública con el objetivo de generar valor social.

Ha destacado que, si la innovación en el sector privado se orienta a la mejora de la competitividad y a la generación de valor económico, la innovación pública persigue la consecución de unas políticas públicas que satisfagan mejor las necesidades sociales y unos servicios públicos de mayor calidad. Arenilla ha explicado que la misión debe ser construir una Administración innovadora y abierta que ofrezca a la sociedad servicios de calidad, eficientes, eficaces y seguros.

Para ello, debe colaborar Innap Innova con su entorno, impulsar o activar a los ciudadanos para que actúen en el ámbito público, contando con las personas como protagonistas del cambio. Ha insistido en que, para contribuir a crear esa cultura innovadora en la Administración Pública, el INAP ha impulsado la creación de esa serie editorial denominada Innap Innova, que propone la edición de libros divulgativos en formato pocket, materiales multimedia de sensibilización en diversas facetas de innovación y eventos para compartir ideas innovadoras.

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