El PP gana las elecciones pero pierde el poder

El Partido Popular gana las elecciones pero pierde el poder. Ha sido la fuerza más votada en la Comunidad Valenciana, pero va a ser difícil que conserve la Generalitat, los ayuntamientos de las tres capitales de provincia, y los de muchos otros municipios, en los que ni siquiera sumando los concejales que obtenga Ciutadans podría gobernar. Su mejor opción en todos los casos es que la variopinta representación de la izquierda no consiga ponerse de acuerdo en elegir quién y con quienes ha de gobernar.

Para Les Corts la mayoría se cifra en los 50 escaños. Y con el 93% de los votos escrutados los populares se quedan con 31, cuando en 2011 ocuparon 55 asientos. Sus teóricos aliados de Ciutadans alcanzan 13 escaños, los mismos que Podemos. Es decir, los dos partidos emergentes se quedan los 24 que pierde el PP y dos más.

La hegemonía en la izquierda valenciana se la disputan el PSOE, que obtiene 23 diputados, y Compromís, la gran sorpresa, que consigue 19. Porque aunque la suma de los tres partidos de izquierda -con EU ya desaparecida del arco parlamentario– es de justamente como la que obtuvo el PP hace cuatro años, de 55, está por ver quién lideraría el Consell Tripartito, si Ximo Puig o Mònica Oltra. Todos los analistas coinciden en que Podemos se aliaría antes con Compromís que con unos socialistas que al menos hasta hace poco para ellos eran «casta». Pero no parece fácil que el PSOE, siendo la fuerza mas votada de la izquierda, entregue la presidencia del Consell al siguiente del ránking. No con Ximo Puig al frente.

En esta línea cobran sentido las palabras de Rita Barberá una vez conocido que también ella puede perecer como alcaldesa a manos de la izquierda, anunciando que va a intentar un «pacto de Estado«, que, obviamente, significaría alcanzarlo con Ciutadans (6 concejales) y PSOE (5 ediles). En el consistorio valenciano los socialistas son cuartos, por detrás de PP (10 regidores), Compromís (9), y Ciutadans. Joan Ribó, alcaldable de los naranjas de izquierda, tiene todas las papeletas para tocar poder si se alcanza un pacto a tres que incluya a Valéncia en Comú (3 electos). Por un concejal. Aunque también es cierto que de no haber acuerdo Barberá podría continuar con la vara de mando al ser la cabeza de cartel de la lista más votada.

Parecida situación para los populares se da en las otras dos capitales, Alicante y Castellón, endonde la suma de fuerzas de izquierda (6 del PSOE, 3 de Compromís y 6 de Guanyar en Alicante; 6 de los socialistas, 4 de Compromís y 4 de los parocinados por Podemos en Castellón) es superior siempre en un concejal a la de PP (8 en Alicante y 8 en Castellón) y Ciutadans (6 en Alicante y 5 en Castellón). Eso, si no pospera la impugnación de PP y Ciudadanos contra Guanyar Alacant.

Y suma y sigue en buena parte de los municipios de la Comunidad: Rus pierde Xàtiva con claridad; en Alzira gobernará la izquierda; Ciutadans decide en Gandía entre PP y PSOE; Compromís gana en Sagunt; en Torrent es Compromís quien decide entre los dos grandes. Los populares conservan Orihuela, ganan en Benidorm, y podrían retener el gobierno municipal en Elche, la tercera ciudad en población de la Comunidad, si Mercedes Alonso alcanza acuerdos con los partidos que han obtenido representación y que no son de izquierda. En Villena, mayoría absoluta para Los Verdes de Europa. En Alcoi vencen los socialistas.

En resumen: el PP obtiene una amarga victoria en votos, el PSOE es la segunda fuerza pero no podrá hacer nada sin el concurso de otros, Compromís es el gran vencedor moral en la Comunidad al obtener unos resultados muy superiores a los esperados, Ciutadans y Podemos no culminan las expectativas que en ellos se había depositado (especialmente en los primeros), y los grandes perdedores en la Comunidad Valenciana y en el conjunto de España -obvio resulta a estas horas- son IU y UPyD. Rosa Díez ya ha dicho adiós. Probablemente no sea la única figura histórica que lo haga en el transcurso de unas semanas.

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