Enagás aumenta la seguridad en el almacén Castor con un doble sellado de los pozos

Enagás ha finalizado el proceso de hibernación del almacenamiento subterráneo de Castor, situado frente a la costa de Vinaròs (Castellón), con un doble sellado de los pozos, lo que supone un refuerzo adicional a otras dos válvulas ya existentes en cada uno de los pozos, anunció la empresa en una nota.

Con esta medida, la compañía cumple la labor encomendada por el Gobierno a través del Real Decreto ley 13/2014, por el que se adoptan medidas urgentes en relación con el sistema gasista y la titularidad de centrales nucleares. Cabe hacer mención a la importante polémica que generó la instalación del almacén de gas así como su gestión y el coste medioambiental que, según asociaciones conservacionistas y partidos políticos, generó en una zona de especial interés marítimo y biológico. El real decreto ley confirió a Enagás la labor de hibernar, mantener y elaborar los informes técnicos y, en su caso, los trabajos necesarios para el desmantelamiento de Castor, si así lo decidiera el Gobierno.

 

Enagás asegura que, con los trabajos realizados, la compañía ha puesto la instalación en condiciones seguras, sin gas en plataforma, gasoducto e instalaciones de tierra. Además, lo ha hecho «sin alterar la estructura del almacenamiento y realizando las tareas necesarias para el adecuado mantenimiento y preservación de los equipos», indica.

De forma adicional, Enagás está a la espera de las conclusiones de un estudio solicitado al Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) que permitirá disponer de una base al Gobierno sobre la que poder tomar una decisión acerca del futuro de la instalación. Según la estimación del MIT, este estudio previsiblemente estará finalizado en el segundo semestre de 2016.

Desde que se inició el proceso, ya se han acometido y finalizado distintas fases relacionadas con el almacenamiento. La primera, conocida como Fase 0, consiste en el análisis de la situación a partir del requerimiento del Gobierno, en la que se incluyen un estudio preliminar del activo y un exhaustivo análisis de riesgos contemplando diferentes alternativas.

La segunda fase consiste en la ‘inertización’, mediante una disminución controlada y programada de la presión del gas remanente en superficie, en la plataforma, en el gasoducto y en las instalaciones de tierra. La última consiste en la preservación de los equipos con el objetivo de garantizar su mantenimiento en condiciones de seguridad y operatividad.

La última de las fases es la del sellado de los doce pozos y de las válvulas situadas tanto en superficie como a 150 metros de profundidad. En todos los pozos se han instalado dos piezas mecánicas de acero adicionales a las dos válvulas existentes en cada uno de ellos, de modo que el sellado de los pozos es cuádruple.

En la actualidad, están en funcionamiento los servicios auxiliares necesarios para mantener la instalación en situación de seguridad y los sistemas que permiten realizar el mantenimiento básico de las instalaciones.

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