Excusas baratas de Iglesias Villanueva a los futbolistas del Levante

El pasado Domingo el Levante sufrió un arbitraje que condicionó, en gran medida, la actuación del equipo de Orriols. El Bernabéu es un gran estadio, y el Real Madrid uno de los mejores equipos de la Liga. Sin embargo, el Levante acostumbra a plantar cara a los rivales de gran entidad. En el partido frente al Real Madrid, tuvo demasiado protagonismo quien menos debía tenerlo, el árbitro Iglesias Villanueva.

El colegiado gallego explicó durante el partido a uno de los “pesos pesados” de la plantilla del Levante, que no había señalado la pena máxima en la acción en la que Diego López derriba a Pedro López porque “era un penalti demasiado tonto”. Al final de la primera parte, Luci Martín, segundo entrenador del Levante, se acercó al colegiado para recordarle que el derribo sobre Pedro López debió ser castigado con la pena máxima.

Otra de las acciones polémicas del partido fue la rigurosa expulsión del central levantinista David Navarro tras una entrada por detrás en el centro del campo. El jugador derriba a Cristiano Ronaldo tras recibir éste el balón de espaldas a la portería y en la línea del centro del campo, lejos de las inmediaciones de la portería. Así pues, el árbitro justificó sus decisiones a los jugadores del Levante alegando que “no es que la entrada sea dura es que él iba muy fuerte”. La respuesta de los jugadores del Levante fue que si se regía por ese criterio para expulsar a los jugadores debería expulsar a cuatro o cinco jugadores por partido.

En el futbol profesional, los jugadores van con todo en cada jugada, y no debe ser este motivo de expulsión. Mientras se producía esta secuencia, en el banquillo visitante Joaquín Caparrós montaba en cólera por la decisión de Iglesias Villanueva. Al parecer del míster utrerano, la acción de David Navarro no debió ser penada con la cartulina roja. El entrenador del Levante se palmeó la cara, tal y como hizo Cristiano Ronaldo frente al Athletic, en alusión a la decisión tomada por el colegiado. Inmediatamente después, unido a los insultos recibidos por parte de la afición del Real Madrid ubicada detrás de su banquillo, Caparrós se acercó a la grada, donde tuvo un pequeño rifirrafe con algunos aficionados.

La actuación arbitral fue determinante en estas acciones puntuales, pero también en otros detalles del partido así como faltas al borde del área y en el centro del campo en contra de la entidad granota y que podían, perfectamente, no haber sido señaladas. Todos estos detalles supusieron un condicionante en la totalidad del encuentro.

FOTO: EFE

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