Huerta asegura que no ha recibido favores de Castellano

El empresario Vicente Huerta, dueño de la empresa Avialsa, ha afirmado que las cacerías en las que coincidió con el exdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana y exconseller de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, no le beneficiaron en sus contratos sobre aviones para extinguir incendios, al tiempo que ha defendido su actuación como «transparente y legal».

Huerta fue arrestado la pasada semana junto a otras nueve personas más, entre ellas Castellano, en una causa abierta por presuntos delitos de malversación, prevaricación y blanqueo de capitales, entre otros, que está judicializada y declarada secreta.

Este jueves ha decidido comparecer ante los medios de comunicación para defender su actuación y explicar sus relaciones con Castellano. En concreto, la Fiscalía ha investigado, entre otros asuntos, si Castellano pudo favorecer a Huerta en distintos contratos.

Al respecto, Huerta ha negado haber recibido favores del exconseller, con quien, según ha descrito, siempre ha mantenido una relación «puramente laboral». Al respecto, ha puntualizado que con éste coincidió en distintos actos de presentación de medios aéreos o en grandes incendios, «así como con otras personas».

Y preguntado por si la conselleria intentó favorecerle en las contrataciones, ha indicado que «no» y que, de hecho, era su empresa la que en un 99 por ciento de las veces ha actuado pese a que se encontraba fuera de campaña, o mandado personal o medios cuando no estaban contemplados contractualmente. También ha puesto a disposición su aeródromo de Viver, ha dicho.

Huerta, quien ha negado haber entregado dinero en efectivo al PPCV, ha vuelto a atribuir la actuación contra él a una «venganza» del exgerente de Avialsa, Francisco Alandí, contra quien se ha querellado por un presunto delito continuado de estafa, ya que mantiene que se ha llevado mucho dinero de su empresa de forma irregular. Un juzgado está investigando los hechos.

El presidente de Avialsa ha indicado también que coincidió con Castellano en dos o tres cacerías, y que en general llegó a asistir a unas cuatro o cinco, pagadas por su entidad, pero «organizadas» y «visadas» por Alandí.

Al respecto, ha explicado que era Alandí el que las organizaba porque le decía que era bueno relacionarse con empresarios «y gente relacionada con las empresas», de cara al negocio. También ha dicho que llegó un momento en el que decidió cortarlas porque era «un gasto tremendo», aunque no ha sabido precisar cuánto dinero pagaron por estas cacerías ni cuántas se llegaron a efectuar.

«La empresa –ha agregado– no podía permitirse un gasto tan grande y Alandí insistió muchísimo en seguir. Él quería ir a cazar y que pagase la empresa», ha reiterado. Sin embargo, ha afirmado que él no iba a estas cacerías para ganarse los favores de Castellano, de hecho, ha agregado: «En absoluto las cacerías beneficiaron a las prórrogas de los contratos» firmados con conselleria.

Respecto a los contratos, el representante legal de Avialsa ha señalado que «todos» han pasado los filtros legales correspondientes, incluidos los firmados con Gobernación y que, por tanto, toda contratación ha sido «transparente y objetiva». También ha dicho que «no se puede favorecer a alguien si no hay ningún otro concursante», como ocurría en el caso de Gobernación con los aviones para extinción de incendio, ha subrayado.

En esta línea, ha defendido que una de las modalidades que contempla la ley es la de «urgencia», y ha calificado de «normal» las ampliaciones de contratos en campaña: «Se puede adelantar o ampliar la campaña», ha apostillado. Así mismo, ha señalado que «un conseller no establece las condiciones de los pliegos de los contratos, si no que lo hacen los técnicos».

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