La Conselleria de Educación, Cultura y Deporte participa en la quinta edición del Encuentro Ibérico de Gestores de Patrimonio Mundial, que se celebra hasta este jueves en la ciudad portuguesa de Coimbra y está organizado por la Secretaria de Estado de Cultura del Gobierno de Portugal y por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
En un comunicado, ha indicado que se trata de una cita bienal que comenzó en 2004 en Lisboa con vocación de estrechar vínculos entre España, Portugal y Andorra, como «países ligados por su historia, por su cultura y por sus legados patrimoniales de enorme riqueza y diversidad».
Esta edición se celebra bajo el lema ‘Buenas prácticas en la estrategia de las 5 Cs: Credibilidad, Conservación, Capacitación, Comunicación y Comunidades’. En concreto, Cultura participará con la ponencia ‘El arte rupestre en el arco mediterráneo de la Península Ibérica. Gestión de un Patrimonio poco representativo en la lista del Patrimonio Mundial’, a cargo de la Jefa del Servicio de Patrimonio Cultural de la Generalitat, Consuelo Matamoros.
En esa intervención, Matamoros expone la experiencia de la Generalitat en la gestión del gran número de abrigos de arte rupestre que existen en la Comunitat Valenciana y que fueron declarados patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
La intervención de Cultura se encuadra dentro del módulo sobre credibilidad, con acciones prácticas y operativas, incluida la evaluación periódica para mejorar la representatividad de la Lista del Patrimonio Mundial como parte de la implementación del objetivo estratégico para reforzar al credibilidad.
Las otras ponencias previstas se referirán a la gestión del Patrimonio Mundial tanto en España como en Portugal: Atapuerca, Sintra, la Alhambra, El Alto Duero, Centro Histórico de Oporto, el Valle de Siega Verde, el Patrimonio del Mercurio, el Barrio Histórico de Alcalá de Henares.
«APRENDER DE LOS ÉXITOS ALCANZADOS»
Desde Cultura han apuntado que estos encuentros internacionales resultan «esenciales para compartir las experiencias que otros países han llevado a la práctica en este ámbito y aprender mutuamente de los éxitos alcanzados».
Según las mismas fuentes, con la declaración de un bien se adquiere el compromiso de salvaguardar y conservar este legado del pasado para generaciones futuras tal y como aparece reflejado en la Convención de París de 1972.
Para ello, desde el Centro de Patrimonio Mundial se hacen una serie de requerimientos que tienen como fin conocer el Estado de Conservación de los bienes declarados y su mantenimiento, y tratar sobre ellos es uno de los objetivos de este Encuentro Ibérico.