Bravo, doña Gabriela

Manolo Mata se debate entre su condición de político o de politiquero

Manolo Mata se debate entre su condición de político o de politiquero. Manolo Mata, político socialista admirado por propios y ajenos en Les Corts Valencianes, como demostró Carolina Punset en un artículo de opinión publicado en Valencia News, Alicante News y Elche News, durante esta pasada Navidad, nos decepciona bastante comprotándose como un politiquero profesional. Ustedes se preguntarán: ¿Qué es un “politiquero”?

En la política latinoamericana, expresión máxima del populismo exacerbado, sólo superado por sus vecinos yankis del norte, se utilizan dos términos para distinguir la verdadera política del propagandismo descarado. Siguiendo esta lógica, hay dos tipos de políticos: el político y el politiquero.

El político debe hacerse valer de la politiquería lo justo y necesario para darse a conocer y conseguir su cuota de influencia en la ciudadanía, pero a la hora de la verdad es capaz de afrontar decisiones duras, impopulares a corto plazo y . El politiquero rara vez utiliza la política, pues no es su objetivo gestionar o transformar, y prefiere hacerse servir de todos los medios al alcance para escenificar una función de lo políticamente correcto, hasta el punto de desprender un edor fuerte a ficticio.

Manolo Mata, político respetable, a la par que directo y contundente -cualidades que le han hecho ganarse el adjetivo de lenguaraz por cierta exalcaldesa en pleno auge mediático- ayer se comportó como un verdadero politiquero. Recurrió a la aplicación ‘Periscope’ para contestar, casi en tiempo real, a Isabel Bonig, portavoz del grupo popular, que ha pedido su comparecencia en el parlamento valenciano para explicar las informaciones que tiene sobre Feria Valencia. «No te voy a hacer esperar mucho, en cuanto acabes de chillar y de decir cosas absurdas sobre el gobierno, sobre mí y sobre algunos de mis compañeros te voy a dedicar un Periscope larguito para explicarte esas cosas», dijo Mata dirigiéndose a una pantalla en la que se puede ver a Bonig interviniendo en rueda de prensa.

Un gesto que, lejos de parecer cuerdo y cabal, ejemplificó lo ridículo que se puede llegar a ser bajo la mirada de una cámara de dispositivo móvil con micrófono integrado.

Ir arriba