Patrimonio valenciano: indiferencia de las administraciones

Abandono institucional constante

Los valencianos tenemos un rico patrimonio histórico y artístico. Somos un Pueblo con una extensa historia y ello ha quedado reflejado en nuestras construcciones. Lugares emblemáticos que han marcado el pasado. Edificaciones peculiares e incluso representativas de un momento determinado.

Ejemplos tenemos cientos, en la propia capital decenas. Unos edificios que necesitamos conservar para el futuro, como patrimonio de todos.

Historia perdida

Diariamente nos sobresaltamos con algún pedazo de historia perdido. Algunos ya han sido devorados por las excavadoras, otros corren una suerte parecida. Muchos están abandonados y en estado de ruina. Somos un Pueblo que no sólo no cuida y protege su pasado, sino que tenemos vergüenza del mismo.

En muchos casos además, los amigos del vandalismo atacan a los monumentos. Pero como sigue sin haber vigilancia, no hay consecuencias para estos terroristas culturales. La Lonja apareció con grafittis. Otro día fue la Basílica la que apareció con una pintada de odio a la religión católica. Los puentes del Mar u otros históricos tienen constantemente pintadas sobre ellos.

Ayuntamientos indiferentes como el de Valencia

Un ayuntamiento especialmente «pasota» es el de Valencia. Donde incluso el propio ayuntamiento daña monumentos en sus actos. Como ocurrió el año pasado con un correfoc instalado a escasos centímetros de la fachada de la Basílica. Parece que la normativa de protección patrimonial les es indiferente.

Son muchos los colectivos que claman por una protección y cuidado, pero sus peticiones se las lleva el aire, porque caen en saco roto. Parece que no hay voluntad política en ello. Tenemos los cascotes caídos del campanario de la Iglesia del Carmen, que lleva 6 años con una lona protectora.

También tenemos la nula conservación de la Estación del Norte de Valencia, o críticas como que las Torres de Serrano sirve su vallado para atar bicicletas. Un ayuntamiento que permite estas acciones, y desoye las voces críticas.

Las Cortes Valencianas también se suman a la indiferencia

En pleno barrio del Carmen tenemos el eterno solar de la Calle del Salvador, propiedad de unas Cortes Valencianas que se desentienden de él. Unas ruinas llenas de suciedad y matorrales, un vallado lleno de pintadas y en malas condiciones. Pero además Les Corts, posee el edificio de La Casa de Los Caramelos, a la que echó literalmente. Acabando con un pedazo de historia de Valencia. Ahora el edificio está tapiado y con una lona sine die.

La Generalitat Valenciana trata con la misma dejadez al patrimonio

La propia Generalitat descuida el muro de San Miguel de los Reyes, que se cae a pedazos, y no digamos las alquerias centenarias e históricas en Valencia y alrededores, la mayoría abandonadas. El Círculo para la defensa y difusión del patrimonio cultural advirtió del derrumbe de una de las casas de la Alquería del Moro por su abandono. Como otras tantas denuncias, incluso ante el Sindic d’Agravis, todas ignoradas.

Recordemos el caso especial del Casino Americano o republicano del Grao-Cabanyal, que se derribó hace meses. O los tinglados del puerto, que sólo se están reparando cuando ya iban a  ser declarados en ruina.

Una dejadez que nos e entiende, si no es que se siente indiferencia por el patrimonio de los valencianos. si no no hay otra explicación posible a la dejadez y abandono.

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