Pérdidas millonarias en el campo, si no se aplica la bajada del petróleo

La Unió ha cifrado en 63 millones de euros el impacto en los costes de producción de los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana de no trasladar la bajada del precio del petróleo al del gasóleo de uso agrario. «Es dinero que estamos pagando de más o perdiendo», ha indicado su secretario general, Ramón Mampel, quien ha precisado que esta autonomía consume 222.000 toneladas anuales de combustible bonificado.

Según un estudio de la organización, «mientras el precio del petróleo ha bajado el 46 por ciento en lo que va de año, el que pagan los agricultores y ganaderos únicamente ha descendido el 12 por ciento».

Así lo ha subrayado Mampel este jueves en un encuentro informativo en el que ha alertado del impacto de que el coste del gasóleo B –de uso para la actividad agraria y con tinte rojo para evitar fraudes– no haya «bajado en proporción» al descenso del crudo, con un descenso «en poco más de 0,11 euros por litro» en el último año y un precio medio de venta en las gasolineras valencianas de 0,837 euros por litro a fecha de hoy, frente a los 0,552 que pagarían «si hubiese habido la misma bajada». De esos 0,837 euros por litro, un 40 por ciento corresponde a impuestos –frente al 48,5% que representan en el gasóleo A–, y el resto al coste del gasóleo al por mayor (39%), distribución (11%) y margen del mayorista (1,5%). Según Mampel, «los que están en medio son los que menos ganan», en un contexto en el que «hay dos intereses muy importantes, las grandes petroleras y los impuestos que hay que pagar al Gobierno español, que tampoco quiere renunciar a ellos».

Mampel ha reprobado tanto la «posición de dominio» de «grandes marcas como Repsol, Cepsa, Galp, BP, Meroil, Compañía Española de Petróleos y Disa», que «no quieren bajar del burro, incluso con todas las multas que han tenido del Tribunal de la Competencia estos años porque como no bajan los precios, están ganando dinero y pueden asumir esas multas que, al final, las están pagando los consumidores», como la actitud del Ejecutivo estatal puesto que «tampoco renuncia a esos impuestos». «Han de bajar todos porque si no, condenan al agricultor valenciano a un ingrato futuro», ha advertido.

EL CAMPO, MENOS COMPETITIVO

Desde La Unió mantienen que la no traslación de las bajadas del crudo al precio final del gasóleo «perjudica gravemente la competitividad de las explotaciones agrarias valencianas porque tienen que continuar haciendo frente a un coste importante dentro de la actividad agraria y sobre el que es difícil actuar porque no depende del productor su uso».

Según indican, su reducción «contribuiría de forma vital a mejorar la rentabilidad y la competitividad de las explotaciones» y a «reducir el nivel de endeudamiento» del sector agrícola valenciano y facilitaría, de ese modo, la «reinversión» en estas instalaciones.

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