Bravo, doña Gabriela

Toni Cantó, la prestidigitadora Punset y la deriva democrática

Apenas unas pocas horas tras el abandono de UPyD, Toni Cantó anunciaba su afiliación a Ciudadanos, el partido de Albert Rivera. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol (o bajo la pegajosa humedad en el caso de los valencianos), ya saben: no gana mi lista, tengo desavenencias con la dirección del partido o cualquier otro pretexto y me voy a otro partido que me acoge con los brazos abiertos, sobre todo si aportas un acta de concejal o diputado; cosas de la vieja política que entran en conflicto directo con los discursos -cada vez más solo eso, discursos para titulares, pero de forment ni un gra– de los partidos emergentes, todos ellos abanderando una supuesta renovación. En realidad, si atendemos a su creación o a su corta trayectoria, han venido para buscar votos de descontentos de los partidos tradicionales pero al pasarles la prueba del algodón democrático, ni Podemos -ya saben el lío que tienen a cuenta de las “imposiciones” en las listas de Pablo Iglesias-, ni Ciudadanos la pasan.

Como decíamos, Toni Cantó ingresaba en Ciudadanos y no como militante de base, si no para “colarse” directamente en un sitio de posible salida en la lista por la circunscripción electoral de Valencia en la próximas generales de noviembre-diciembre. Y ante la subversión de los reglamentos de este partido para las primarias internas, la presidenta valenciana de este partido Carolina Punset, tira mano de la ocurrencia de darle una “dispensa” -así, como si fuera el Papa de Roma- a Cantó para poder concurrir a las primarias, con el evidente enfado de muchos de sus afiliados. No por favor, que las carcajadas no le impidan seguir leyendo este editorial, aunque ya sabemos que pueda sonar a chiste… Como dicen, la realidad siempre supera la ficción. Y de esto de la ficción debe saber bastante Toni Cantó, pues, aunque pocas y de poco éxito, jalona más currículo su participación en cine, televisión o teatro que en la política. Ya que además, en política y sin la necesidad de echar un vistazo a la hemeroteca, resuenan todavía en la memoria colectiva aquellas desafortunadas intervenciones del nuevo afiliado de Ciudadanos, en las que directamente lanzaba misiles de animación a la sede de RTVV o se dedicaba a acusar a las mujeres de mentirosas al aseverar que «la mayoría de las denuncias por violencia de género son falsas».

En fin, en Ciudadanos sabrán. La pregunta es, qué Ciudadanos de todos: en el de Carolina Punset y su subversión de primarias -manera de elección de candidatos que luego trata de imponer a PP (Comunidad de Madrid) y a PSOE (Andalucía)-, el Ciudadanos que pacta con ERPV en Gandia, el que expedienta concejales por forjar pactos locales de gobernabilidad o el de Fernando Giner en el Cap i casal… Para intentar tapar todos estos follones, en una huida hacia delante, Ciudadanos anuncia que presentará mociones en todos los ayuntamientos valencianos en contra de la enseñanza en valenciano. Lo pueden presentar como quieran, pero se trata de eso, de atacar el patrimonio del Pueblo valenciano, olvidando que la lengua propia de esta nacionalidad histórica es el valenciano, aunque también sea cooficial el castellano. Pues claro que es imprescindible que nuestros escolares hablen inglés, pero desde una educación valenciana que nos ha costado mucho tiempo consolidar. Más regresiones, no gracias.

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