Juan Vicente Pérez Aras, Diputado Nacional PP. Un Consell y una Legislatura agotados

Un canto a la Libertad

Hace 26 años el mundo asistía atónito a uno de esos momentos históricos que ponía fin a los 28 años de existencia de un Muro que separó no solo una ciudad, a personas, a familias, sino también una forma de entender el mundo en un contexto histórico dominado por los dos bloques surgidos tras la Segunda Gran Guerra. Todo un símbolo de la Guerra Fría que nos parece lejano en el tiempo,   una frontera no solo física, sino intelectual y política que ha marcado el devenir del mundo desde entonces, y de cuyas consecuencias podemos entender muchas de las cosas que están pasando en la actualidad.

Los herederos intelectuales de aquel cisma social, acentúan hoy en día esa separación ideológica con el resurgimiento de movimientos políticos que beben en las fuentes de aquel Partido Socialista Unificado de Alemania que llevó la construcción del Muro en total secreto. La consumación del absolutismo ideológico llevada a su máxima expresión. La ideología por encima de las personas. El pensamiento único que esclavizó a millones de personas bajo el yugo de un sistema político representado en esos 120 km de hormigón y acero que saltó por los aires ante el empuje imparable de aquellos que habiendo vivido bajo el régimen socialista, huían de él al grito de Libertad. Sí, la gente corría del Este hacia el Oeste, no al revés. Huían de la Opresión a la Libertad, buscando acabar con ese camino de servidumbre de un modelo Totalitario que ha subyugado la voluntad del hombre para mayor gloria del Socialismo.

Y no es que Hayeck tuviera fijación con un modelo que ha constatado su fracaso, pues desde sus orígenes allá por el XVIII, tras su formalización por Owen y Saint-Simon en el XIX hasta nuestros días, la Arcadia ideal no se ha visto materializada en esa Dictadura del Proletariado que desarrollaron Marx y Engels como estadio superior de una sociedad ideal. En ningún rincón del orbe se ha generado un desarrollo individual y colectivo con éxito bajo esas premisas. En ninguno. Todos han degenerado en desigualdad y conflicto, en pobreza y sumisión al Estado omnipresente.

Por eso es tan importante no dejarse engañar por los profetas de la “nueva” política. Ni populistas neomarxistas, ni socialdemócratas venidos a menos, ni equidistantes auspiciados por intereses económicos que se cobrarán su peaje, pueden aportar soluciones ni pócimas mágicas. Y menos ahora que lo peor de la tempestad ha pasado y, unos y otros, ni estaban ni se les esperaba. Solo el Partido Popular ha hecho frente a la mayor crisis que hemos conocido, defendiendo nuestro soberanía económica y planificando un proyecto reformista que ha resultado crucial para sacarnos del agujero.

Un Proyecto que se presenta como garantía de estabilidad ante los nuevos retos que se plantean desde el nacionalismo excluyente, radicalizado desde el estigma socialista. El nacional-socialismo marcó ya una parte trágica de la historia global. No podemos permitir su avance entre nosotros. Y para ello, solo el Partido Popular plantea un proyecto para el futuro de España que nos permita seguir avanzando en el Empleo, seguir creciendo de manera sostenida y competitiva. Un modelo que nos permita fortalecer el Estado de la Autonomías como un modelo inclusivo que desarrolle esa Sociedad del Bienestar que hemos podido garantizar en los momentos más difíciles.

Un proyecto que haga de la Educación un pilar fundamental para generar una sociedad más moderna y cosmopolita, más preparada para afrontar los nuevos retos y que nos permita sacudirnos el chantaje ideológico de los salvapatrias de turno. Un proyecto para seguir desarrollando una Administración moderna, eficaz y eficiente al servicio del ciudadano. Un compromiso permanente con la Regeneración de la vida pública. Un proyecto que viene a marcar el camino hacia una sociedad más cohesionada y con mayores niveles de oportunidad. Un proyecto que deviene en un verdadero canto a la Libertad, más allá de su Puerta de Brandeburgo, y que no podemos poner en riesgo. Tú decides.

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