Bravo, doña Gabriela

Una ley de señas de identidad diseñada para todos los valencianos

Los grupos parlamentarios de PSPV-PSOE, Compromís y Podemos en les Corts presentaban ayer una proposición de ley conjunta para derogar la famosa Ley de señas de identidad. Como recordarán, esta ley fue presentada y aprobada en solitario por el grupo popular -que lejano parece ya hablar de mayoría absoluta del PP- al final de la anterior legislatura. Y no es que los (casi) tres grupos parlamentarios que apoyan al Consell la cataloguen de electoralista, es que a todas luces, parecía que esa era la única intención del partido comandado por Bonig. De otra manera no se puede explicar que en 20 años de gobierno no hubieran tenido ninguna iniciativa similar para -supuestamente- proteger las señas de identidad valencianas. A lo mejor cabía protegerlas de ellos, ya que solo las sacaban a relucir cuando se acercaban las elecciones o cuando se veían con el agua política al cuello. Tal vez tenían previsto aplicarla en la presente legislatura de haber gobernado, pero los precedentes, tampoco auguraban que a estas alturas del partido, el PP realmente se hubiera creído la defensa de las señas de identidad de los valencianos. Esta ley, que ahora se derogará, se la deberían haber aplicado los populares en primer lugar, ya que, por poner un ejemplo, en el ayuntamiento de Castellón que tanto tiempo han gobernado y de donde salió el último presidente popular de la Generalitat, Alberto Fabra, ofende (lo sigue haciendo) a todos los valencianos y contradice a las leyes que establecen el uso de las diferentes enseñas, al colocar la bandera de la ciudad y después la española antes de la Real Senyera, como corresponde en orden protocolario. Así que fum de canyot

Ahora deberán explicar los grupos que apoyan al Consell si tienen prevista alguna actuación en esa línea. De ser así, y aprendiendo de errores ajenos, esperemos que sea una ley aprobada por la unanimidad de les Corts. Una cosa como esta no puede ser cosa de un único partido. Se ha de encontrar el máximo consenso en su elaboración y su resultado deber ser una ley en la que toda la sociedad se encuentre reconocida y cómoda. Ese acuerdo unánime incluye una definición de nuestras señas de identidad contando también con la participación de cuantas más entidades y organizaciones posibles mejor. En caso contrario, y como la ley de señas de identidad del PP, no será más que una arma arrojadiza más que lanzarse los unos a los otros, de las que ya estamos bastantes cansados los ciudadanos.

Ir arriba