Valencia no es lugar para perros

A pesar de que cada vez son más las personas que tienen como mascota un perro en Valencia, parece que esta ciudad no dispone de las infraestructuras suficientes para que éstos puedan correr y jugar sin necesidad de ir atados constantemente. Los dueños de los perros coinciden en lo mismo: hay pocos sitios acondicionados para pasear a los canes, los que hay son muy pequeños y, por regla general, se encuentran situados en lugares alejados.

El artículo 12 de la Ley de protección de los animales de compañía -1994- establece que: “Los Ayuntamientos habilitarán en los jardines y parques públicos los espacios adecuados, debidamente señalizados para el paseo y esparcimiento de los perros.”

En el casco urbano se encuentran pequeños recintos vallados como los del Cauce del río Turia, el parque de Abastos, el Parque de Cabecera o el situado en la calle Chile –que no está destinado a los perros pero es un lugar de reunión de dueños de la zona -. Además, sí encontramos los ‘pipicanes’, pero su reducido tamaño se antoja prácticamente para un uso puntual de necesidades sin más.

En la parada del metro de Marxalenes se encuentra uno de los jardines públicos destinados al esparcimiento de nuestras mascotas creado por el ayuntamiento de Valencia. El recinto es bastante apropiado: altas vallas, fuentes para que los perros beban y árboles, muchos árboles, para que disfruten.

Ante la falta de los mismos en algunas zonas, los dueños de las mascotas han transformado lugar para el recreo de las mascotas, como es el caso del solar en el barrio de Benimaclet (próxima a la parada de metro de Machado). En este lugar de manera habitual se dan cita un buen número de canes y cabe destacar que son los propietarios de los mismos los que se ocupan del mantenimiento de este terreno, que se encuentra en mitad de uno de los accesos más concurridos de la ciudad, la Ronda Norte.

Con respecto a las playas, la ordenanza municipal anuncia que los perros están prohibidos durante todo el año, aunque a la hora de la verdad durante el invierno –temporada baja- se puede ver a los dueños que van a la Malvarrosa o a la Patacona a dejar correr en libertad a sus mascotas. En Port Saplaya existe una zona no vigilada en la que, a pesar de la prohibición, los canes tienen vía libre todo el año.

MARCO JURÍDICO

Por supuesto, a tener en cuenta la Ley 4/1994 de la Generalitat Valenciana, sobre la protección de los animales de compañía de la que ya hemos hablado al principio del artículo. Serán los Ayuntamientos los que habilitarán zonas de esparcimiento.

En este sentido, la Ordenanza Municipal sobre la Tenencia de Animales, aprobada por el Ayuntamiento de Valenciana en enero de 1990, acota, en su artículo 29, de una manera tajante esa posibilidad de ocio de los perros y las obligaciones de sus dueños.
“Los perros deberán ir conducidos por personas y provistos de correa, salvo en las zonas debidamente acotadas para ellos, circulando por las zonas de paseo de los parques, evitando causar molestias a las personas, acercarse a los juegos infantiles, penetrar en las praderas de césped, en los macizos ajardinados, en los estanques o fuentes y espantar a las palomas, pájaros y otras aves.
Sus conductores cuidarán que depositen sus deyecciones en los lugares apropiados y siempre alejados de los de ubicación de juegos infantiles, mobiliario urbano, vallas, zonas de niños, etcétera. Especialmente se evitaran las deyecciones líquidas sobre la base de árboles y plantas.
El propietario del perro será responsable de su comportamiento, de acuerdo con la normativa aplicable. En algunos espacios ajardinados o zonas acotadas de los mismos por razones de uso o por la calidad de sus plantaciones o instalaciones, podrá prohibirse expresamente la entrada de perros y otros animales domésticos, con la excepción de los perros guías”.

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