Bravo, doña Gabriela

Vuelve el PSOE de los 80

Sí, vuelve el PSOE de los 80. El de la beautiful people. El de los fichajes mediáticos para las listas electorales. Esa parece ser su estrategia de huida hacia adelante de cara a las generales del 20D. En realidad nunca se fue, porque las operaciones de fichajes estrella siempre han gustado en Ferraz y en Blanqueria… A los socialdemócratas siempre les ha ido eso de juntar mucho famoso encima de un escenario. Sus caladeros tradicionales han sido las filas de Izquierda Unida y en nuestro terreno, las gentes de la UPV en los 80. La última en incorporarse ha sido la parlamentaria de la terminal UPyD Irene Lozano; aunque bien visto donde las dan las toman, recordemos que la fundadora de esa formación, Rosa Díez, había hecho el viaje en sentido contrario. Después de llegar a ser consejera de un ejecutivo vasco presidido por un miembro del PNV y una acérrima defensa de la necesidad de unos PP y PSOE sólidos frente a otras formaciones, dio ese salto mortal, efímeramente exitoso, y ahora, le pagan con la misma moneda. Era un pack mediático que los ideólogos de marketing político de esta formación no podía dejar pasar; primero la militar que se enfrentó al ministerio de Defensa, Zaida Cantera, ahora la otra cara de la misma moneda, Lozano, la parlamentaria que enarboló la defensa de la primera.

Pero el caso para el PSOE es ofrecer caras atractivas a los electores. Como en su día utilizaban el supuesto atractivo de Felipe González (?), ahora también tratan de hacerlo con su secretario general Pedro Sánchez. En el mapa político valenciano seguro que también veremos algunos de estos nombres de relumbrón; de hecho, Ximo Puig ya ha incluido en su ejecutiva a un conocido actor -sobre todo por una telenovela de RTVV. ¿Y que hay detrás de caras atractivas, mediáticas, populares? ¿Qué más da?, se preguntarán en el PSOE, consigamos el voto de los electores y después, e invocando la disciplina de voto, ya harán lo que les digamos; se trata de ganar unas elecciones como sea y posiblemente en uno de sus peores momentos políticos, el “cómo” no es relevante. Apena este camino escogido por el PSOE porque sobre todo denota una infravaloración del votante muy preocupante. Como si no hubiera habido movimientos como el 15M que han tornado más críticas nuestras sociedades. Al final, para los estrategas del PSOE, se trata de ganar, como sea, al precio que sea, y poder gobernar, luego ya vendrá la política… Y todavía no han comprendido que es al revés.

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