La sonrisa que emocionó a Feghouli

Es difícil no emocionarse al mirarla. Lucía Moreno podría pasar por una joven valenciana más, muy guapa, de ojos profundos y mirada inquieta. En su sonrisa, sin embargo, se detecta un fondo de regusto amargo, palpable, imposible de ignorar. Desde el sofá en su domicilio en Torrent, la niña apenas se mueve. Y el dolor es prácticamente insoportable.