«¿Usted piensa que la deuda del Valencia es más importante que esta gente?»

Los nubarrones todavía no habían hecho acto de presencia en la capital del Turia cuando Jose Ignacio Goirigolzarri accedía, fuertemente escoltado por sus hombres de confianza en el consejo de Bankia, a la junta de accionistas anual de la entidad bancaria en el Palacio de Congresos. Quizá hubiese sido buena idea traer consigo un paraguas: además de evitar las gotas de lluvia que cayeron por la tarde, le habría ayudado a aguantar el chaparrón dialéctico que le aguardaba en el interior del recinto.