Presidentes de fútbol y secuestros
Ser presidente de un club de fútbol se ha convertido en una actividad penalmente sospechosa. José María del Nido, último mandamás sevillista, se dedica ahora a limpiar celdas en un centro penitenciario tras haber ayudado a expoliar el ayuntamiento de Marbella. No es el único. Ya en su momento, Jesús Gil fue condenado por malversación …