manolo montalt

El entrenador

Acabó realmente la temporada para el Valencia. Aquel maldito gol de M’Biá hizo que el Valencia cerrara de la manera más dolorosa posible la campaña. No queda nada de peso por jugarse ya. Más allá del orgullo en el Bernabeu (y fastidiarle la liga al Madrid, cosa que al personal le ‘pone’), de jugarte con …

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No nos queda sino batirnos

La frase se la adjudica Arturo Pérez Reverte a Francisco de Quevedo en las diferentes entregas de las Aventuras del Capitán Alatriste. El padre del conceptismo literario, a quien Reverte atribuye un carácter «peleón» en la ficción de sus novelas, no dudaba en tirar de esta frase para solventar cualquier cuita por mínima que esta fuera.

Personalismos aparte

El jueves es el día. Pasado mañana el Valencia puede comenzar a darle un alegrón a su gente o puede empezar a buscar la goma de borrar para anular cualquier vestigio de recuerdo sobre la faceta deportiva de esta campaña. Porque excepto la eclosión de Paco Alcácer, la llegada definitiva de Bernat al fútbol de élite y la asunción de Dani Parejo de un rol principal sobre el terreno de juego, poco más habrá que llevarse a la boca si no consigue el pase a la final de la Europa League.

Del secuestro a la liberación

Hay que ver las vueltas que da la vida, debió pensar más de uno cuando la adrenalina dejó el jueves a eso de las once y media de la noche un mínimo resquicio a la razón en medio de la locura colectiva más justificada que un servidor recuerda. El Valencia CF pasó en poco más de 24 horas de verse envuelto en otro episodio de vergüenza ajena, (un secuestro de opereta, o un caso de Mortadelo y Filemón si lo prefieren), a una noche mágica. De esas en las que sólo el fútbol, porque la pelota no ensucia a los sentimientos y determinados personajes sí, es capaz de cambiar la ignominia por las lágrimas de felicidad.

CSI Mestalla

Con un proceso de venta en marcha que deja a la serie «House of cards» en un capítulo de Heidi, y una eliminatoria europea con obligación de remontada basada en el factor del que más adolece este equipo, el gol, la verdad es que me da siempre por pegarle vueltas a la cabeza del porqué del ocaso absoluto futbolístico del Valencia.

Fracasa-dos

Porque de dos fracasos voy a hablar hoy en este rinconcito que da últimamente para pocas alegrías, muy a mi pesar. Tras la derrota ante el Getafe por 1-3, el primer fracaso del que cabe hablar es el del proyecto deportivo de Amadeo Salvo. Escribía servidor hace un par de semanas aquello que canta Carlos Goñi de «es lo que es, hay lo que hay, por ahora no dan más», a lo cual hay que añadir aquello que cantaba Serrat de «nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio». Porque más allá de filias o de fobias, la realidad es que el proyecto deportivo de Amadeo Salvo es un fracaso.

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