’60 kilos’: tormenta de acero

Huele a tormenta de acero. A cuero, drogas, vicio y perversión. Todo el lumpen castizo se ve envuelto en una tempestad donde el fin es la huida de unas vidas al límite y su pasaporte, sesenta kilos de cocaína. El primero en intentar iniciar ese viaje es Charli, que tras cuatro años pasando droga de Oporto a Valencia junto con su fiel compañero El Nene, decide que es hora de dejar la red que dirige el narcotraficante levantino D. Anselmo Antúnez Cabrera, alias Frigorías, ahogado en deudas inmobiliarias. Las dos maletas con cocaína pura están facturadas con la ‘v’ de ‘vendetta’, tejiendo una red de almas errantes con pasados forjados a golpe de violencia.