130 toneladas de munición para la Tomatina

 

La fiesta de La Tomatina desde sus inicios en 1945 se ha convertido en todo un reclamo internacional que atrae año tras año a turistas de todo el mundo para disfrutar de una batalla campal en la que los tomates son los protagonistas. En esta edición se ha decidido por parte del Ayuntamiento de Buñol a controlar el acceso a la fiesta para evitar problemas de seguridad y garantizar una grata experiencia a todos los visitantes que se acercan a la ciudad durante estos días.

Los accesos a las calles del recorrido estarán vallados y custodiados por agentes de seguridad y de la Guardia Civil que estarán apostados en las tres entradas al recinto. Los agentes controlarán que todos los asistentes llevan la pulsera que les permite entrar en el recorrido, impedir que se introduzcan bebidas alcohólicas y reservarán el derecho de admisión a todas aquellas personas con alto grado de embriaguez.

Ciudadanos de más de 60 nacionalidades diferentes se darán cita el próximo miércoles 28 de agosto, la mayoría de los cuales provienen de Australia, Japón y Gran Bretaña. Un 19,9 por ciento de los asistentes a la fiesta son de origen australiano, seguidos por los turistas japoneses que suman casi el 17,94 por ciento.

El 7,83 por ciento de las entradas han sido adquiridas por españoles y el 7,46 por estadounidenses mientras que Nueva Zelanda, Canadá y la India  que han adquirido un 4 por cierto cada una de ellas. Este año incluso ciudadanos de países como Argelia, Bolivia, Cuba, las Islas Fiji o las Islas Vírgenes visitarán Buñol para esta particular celebración.

La media de edad de estos participantes oscila entre los 18 y los 30 años, alcanzando el 60% de los asistentes. Como anécdota los organizadores recogen la edad de la persona más anciana que estará lanzando tomates la próxima semana: nada menos que 82 años. Y es que La Tomatina es algo que se lleva en el corazón.

 

Una edición repleta de novedades

“Este año por primera vez vamos a celebrar La Tomatina Infantil” nos informa Rafael Pérez, teniente de alcalde y concejal responsable de los festejos “de esta forma los más pequeños también se divierten y conseguimos que la cultura de la Tomatina esté presente también entre los niños”. Esta peculiar fiesta se celebrará el próximo sábado 24 como previa del gran acontecimiento del miércoles.

En esta edición, además de reforzar la seguridad también se ha buscado devolver la fiesta a los propios habitantes de la ciudad, que desde hacía años habían dejado de asistir debido a la afluencia masiva de turistas. Para los propios ‘buñoleros’ se han habilitado cerca de 5.000 entradas gratuitas además de un acceso privado al recinto“Con estas medidas se espera que acudan cerca de 3.000 ciudadanos de Buñol, casi un tercio de la población” ha asegurado el alcalde de la ciudad Joaquín Masmano.

El alcalde también ha explicado que la decisión de este año de acotar el aforo mediante entradas se debe a la excesiva cantidad de personas que acuden a la fiesta, y hasta ahora era “algo que nadie se atrevía a hacer”. Según Masmano durante los últimos años La Tomatina se estaba convirtiendo en algo “temerario” por la masificación de gente, además de ofrecer una mala imagen cara el exterior. “Había gente que recorría miles de kilómetros y se quedaban en el extrarradio sin poder tocar un solo tomate” ha añadido.

Este año el dispositivo de seguridad se ha ampliado y mejorado contando con un total de 400 agentes, entre los que se incluyen 180 de Protección Civil, 45 policías locales, 50 personas de seguridad privada y un despliegue de Guardia Civil que según el subdelegado del cuerpo “será el más grande de la historia de La Tomatina”. Como mejoras en el sistema de emergencias se contará con el servicio de 9 ambulancias, un hospital de campaña, un helicóptero medicalizado y la asistencia de 12 médicos y 14 enfermeros.

Esta edición de La Tomatina que ya celebra su 68º aniversario en una fiesta que ha traspasado las fronteras de todo el mundo e incluso se ha exportado a países como Colombia o China, e incluso una ciudad de Corea del Sur ha intentado adaptar esta tradicional fiesta valenciana a los festejos propios de este año.

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