El 2013 ha sido un año bastante duro en muchos sentidos, de grandes sacrificios y carestías, y la llegada de la primera fecha “mística” del año parece augurar un cambio en esta tendencia fatalista. Lo cierto es que para ver un “cambio” tendremos que esperar hasta el día 31 de enero, cuando finalice el año de la Serpiente y podamos dar la bienvenida a una nueva era de expansión y positivismo gracias al año del Caballo de Madera. Miriam de las Heras, escritora valenciana y especialista en esoterismo nos desvela las claves de este cambio a mejor que llega enmarcado en esta fecha tan especial.
“Sumando los números de este día (1+4+1+1+4=11 1+1=2) da lugar al dos, que simboliza la dualidad. Este día sigue la tendencia del mes de enero hasta el día 30, momento en el que finaliza el año de la Serpiente”. El año de la Serpiente se caracteriza por arrastrar viejas costumbres y hábitos, posponer metas y tener dificultades. A pesar de que el día 14 no tiene un significado relevante lo cierto es que “arrastra” los últimos coletazos de vida de un año que ha sido especialmente duro para la sociedad.
“A partir del día 31 empieza el conocido como año del Caballo de Madera, un año bueno, productivo y lleno de cambios a mejor” afirma Miriam. “La madera es un material que se expande, por lo que este año será un año de expansión y de dar pie a nuevos comienzos”. En este sentido, 2014 será un año de “despertar de la espiritualidad” en el que la gente “tomará conciencia de la plenitud espiritual del ser humano -no religioso- como un todo físico, mental, emocional y espiritual, y al tener esa conciencia completa es más fácil alcanzar los logros”.
Así que ya sabe, si siente que el 2014 no ha empezado con buen pie es porque el año de la Serpiente todavía no ha llegado a su fin, y que a partir del día 31 comienza una nueva era caracterizada por la madera “un elemento expansivo, resistente, variable e inflamable” que propiciará los cambios, eso sí, cambios para establecer nuevos proyectos y quizás mejorar una situación que hasta el momento estaba estancada.