Agresión a funcionarios de un preso » muy peligroso»

El sindicato de prisiones Acaip ha denunciado este miércoles la agresión, el pasado lunes, a varios funcionarios del centro penitenciario de Picassent por parte de un interno «muy peligroso» que «ha protagonizado ya numerosos incidentes» en esta prisión «con agresiones graves a otros internos, amenazas de muerte e insultos a funcionarios penitenciarios», quema de colchones y autolesiones «de forma grave».

Acaip ha asegurado que este preso «presenta un alto grado de inadaptación al régimen de vida penitenciario», y explica que la agresión del pasado lunes se produjo en el módulo 19 de la Unidad de Preventivos del centro penitenciario, un módulo que alberga a los internos más peligrosos clasificados en primer grado.

Así, ha detallado que el interno comenzó a «amenazar de muerte e insultar gravemente a los funcionarios de servicio» y que trató de «instigar al resto de compañeros del módulo para que hicieran lo mismo». Igualmente, el sindicato ha apuntado que los funcionarios comprobaron que el preso había doblado «una pletina metálica del marco de la puerta de la celda, llegando casi a arrancarla» y ha señalado que con ella podría haber fabricado «un pincho carcelario de enormes dimensiones».

«MÁS MEDIDAS DE SEGURIDAD»

Acaip ha destacado que el módulo en el que se produjo la agresión a funcionarios debería ser el que reuniera «más medidas de seguridad» del centro, «por el tipo de internos que alberga y ha criticado que «no es así» y que «no dispone de una zona donde se pueda separar del resto a los internos muy agresivos». De este modo, ha señalado que «cuando se produce una situación como ésta, hay que trasladarlos a otro, mucho más inseguro, para separarlos del resto».

Respecto al incidente, el sindicato ha agregado que el interno, «una vez estaba en este nuevo módulo» se puso «cada vez más agresivo», hasta sacar «una cuchilla de la boca» y amenazar «con ella a los funcionarios de servicio, intentando cortarles en la cara», «propinando patadas y puñetazos y escupiendo sangre hacia la cara de los funcionarios».

Estos hechos provocaron, a pesar de que «la profesionalidad y buen hacer de los trabajadores de servicio» hizo que la situación pudiera resolverse», que cinco funcionarios resultaran heridos de diversa consideración con contusiones, excoriaciones y uno con un esguince de rodilla.

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