Alatriste se bate en Budapest en busca del éxito televisivo

 

Escenarios como la taberna del Turco, donde vive y en ocasiones convive Alatriste con Caridad La Lebrijana, la corrala teatral en la que actúa su amante, María de Castro, el Alcázar Real y la casa de Quevedo han sido construidos en los estudios Korda de Budapest en el intento de atrapar el éxito del personaje literario, cuyas aventuras han vendido más de 40 millones de ejemplares tras siete novelas.

Un Alatriste que resultará muy actual porque es «un hombre de la calle, honesto pero con suficiente carácter como para buscarse la vida ante las dificultades», explica José Manuel Lorenzo, creador de la adaptación televisiva, durante un recorrido con un grupo de periodistas por el plató donde se ha recreado el Madrid del siglo XVII con tal «riqueza de detalles» que hasta los retratos palaciegos se han pintado con los rostros de los actores de la serie.

Este inmenso plató y otros de exteriores que suman otros 20.000 metros cuadrados -donde se rodaron series como «Los pilares de la Tierra» o «Los Borgia»– son el escenario de luchas a capa y espada, persecuciones a caballo, intrigas palaciegas y duelos de honor protagonizados por 40 actores, 50 especialistas y 2.500 figurantes.

Aitor Luna («La fuga») interpreta a este Alatriste televisivo, más joven que el de las novelas y al que se quiere dar un «tinte más aventurero» que el cínico y atormentado -más cercano al literario- que se pudo ver en el cine con Vigo Mortensen, explica el actor vasco en un receso del rodaje de la serie, cuyos guiones supervisa Arturo Pérez Reverte.

Toda una superproducción, a cargo de Mediaset España y la alemana Beta Film, que «no podría haberse hecho en España», asegura Lorenzo mientras enseña entusiasmado construcciones de plató que cuentan con dos pisos, diversas habitaciones e incluso techos, o carruajes cuyas dimensiones permiten grabar con cámaras en su interior.

Y todo esto, apunta el productor, con un presupuesto para los 13 primeros capítulos de unos 12 millones euros, «la mitad» del que dispuso el Alatriste cinematográfico, dirigido por Agustín Díaz Yanes en 2006.

Enrique Urbizu ha dirigido los dos primeros capítulos de la serie y coordinado el trabajo del resto de directores (Luis Oliveros, Salvador Calvo y Norberto López Amado), siempre con un tono «muy cinematográfico», resalta Aitor Luna, quien confiesa que consiguió el papel gracias a un «flechazo» con el director vasco cuando el casting estaba casi cerrado.

Los ensayos para las coreografías con espadas no impidieron «algunos cortes» a los actores, explicaba Luna, aunque para él lo verdaderamente difícil es «trabajar siempre con sombrero», icónico complemento del antiguo soldado que alquila sus servicios en la España del Siglo de Oro.

«Es ponerme el traje y ya me siento en la época», comentaba asimismo Natasha Yarovenko («Habitación en Roma»), que interpreta a la actriz María de Castro, un personaje «puro instinto y puro fuego» que acabará atrapando a Alatriste, provocando los celos de Caridad «La lebrijana», interpretada por Lucía Jiménez («La Señora»).

Jiménez explicaba tras su sesión de rodaje que en el Alatriste televisivo «las tramas de amor tienen más peso que en los libros», lo que ayuda a «humanizar» al héroe de Pérez Reverte, cuyas aventuras no seguirán en la serie el orden de las novelas.

Hombre de pocas palabras y mucha acción, Alatriste se granjeará poderosos enemigos, como Luis de Alquézar, el secretario real interpretado por Luis Callejo, y el dominico fray Emilio Bocanegra (Manel Barceló), y enfrentará su espada al sicario siciliano Gualterio Malatesta (Filippo Sbalchiero).

Miguel Hermoso, que interpreta a Francisco de Quevedo, amigo de Alatriste, incidía en Budapest en el tono «humanístico» de un grupo de personajes que intentan atenerse a «los valores morales» de una época caracterizada por la corrupción, la inoperancia de la Corte y la degeneración de la Inquisición, que «la que moralmente estamos demasiado cerca», incidía sobre la actualidad de la historia.

Los niños Marcos Ruiz, en el papel de Íñigo de Balboa, que sueña con convertirse en soldado del Rey Felipe IV en contra de la opinión de su mentor, Alatriste, y Carmen Sánchez, como menina de confianza de la infanta María Ana, son los más jóvenes talentos de un reparto que concluirá su trabajo el 20 de diciembre en Budapest.

Sin fecha de estreno concretada aún, la audiencia decidirá la continuidad de este «auténtico Alatriste» con el que Pérez Reverte está «entusiasmado», según José Manuel Lorenzo.

La primera «gran producción internacional en español», como la definió el consejero delegado de Mediaset, Paolo Vasile, nace con recorrido internacional, ya que su primera temporada se verá en Alemania, Francia, Italia y Latinoamérica. 

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