De cañas con Shakespeare

Una cervecería valenciana ofrece a todo aquel que se siente a tomar una caña dos horas de conversación en inglés con profesores nativos, totalmente gratis, con su consumición. La iniciativa de los hermanos Mataix, propietarios de The Cliffs (Heron City y l’Eliana), ya ha generado un grupo fijo de profesionales y estudiantes que se reúnen todos los martes en torno a una cerveza para practicar la lengua de Shakespeare.

La idea surge, como explica Quique Mataix, gerente del local del centro comercial de Paterna, «por la necesidad de mucha gente con un nivel medio de inglés de practicar conversación para no perder el idioma pero que no quiere o no puede pagar 20 euros la hora con un profesor nativo o no le apetece después de trabajar o de estudiar meterse dos horas más en una academia».

A partir de las siete y media de la tarde comienzan a llegar estos peculiares alumnos, entre los 30 y 40 años, en su mayoría mujeres, que con la ayuda de la música y la copa en la mano aparcan el temor al ridículo. «Aquí se crea un ambiente más distendido que en una academia que es más formal, más serio. En el pub la gente está más relajada, tiene menos vergüenza a lanzarse a hablar, y se suelta mucho», reconoce su propietario.

Muchos eligen la cerveza rubia para entrar en la conversación, pero cualquier consumición va acompañada de profesor de inglés. «Los clientes que no quieren tomar alcohol se piden un café, un refresco o cualquier bebida de las que servimos habitualmente en el local y pueden participar de la misma forma», explica el gerente del pub irlandés.

Los profesores son reclutados de una colonia inglesa en Olocau y cuentan con experiencia ya que dan clase a grupos en ayuntamientos de los municipios cercanos. El número máximo de clientes-alumnos de cada profesor se ha establecido en el pub en 18 personas, un ratio muy inferior a la de cualquier aula de Primaria o Secundaria de los colegios valencianos. «No hemos querido llegar ni a 20 personas. En el momento en que tenemos más reservas para una tarde llamamos a una segunda persona para que atienda al otro grupo», comenta Mataix.

Estos profesores son los que proponen los temas de conversación que son seguidos por los clientes, aunque después de dos horas, reconoce, «la charla va derivando y se acaba hablando de todo, incluso de política, no se deja nada fuera».

La presencia de profesores marca la diferencia con otras iniciativas que se desarollan en Valencia. «Esto no se trata de un intercambio de idiomas, sino de ayudar a gente que necesita el inglés para su trabajo, para sus estudios, y que en muchos casos se ha ido fuera, y ahora aquí no tiene forma de practicarlo», subraya.

Ante el éxito de esta oferta, el gerente del local que abrió sus puertas hace un año, ya piensa en poner en marcha un trivial en inglés con la intención que estos mismos alumnos se reúnan también los jueves para continuar practicando de una forma divertida. «Es una versión del juego que se hace para pubs con un speaker y en el que se participa también en grupos», añade. Todo para que «aunque no se saque rentabilidad económica, se genere un buen ambiente y que la gente entre».

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