De ‘ruta del bakalao’ a ‘ruta del arroz’

Sobre las cenizas de la ‘ruta del bakalao’ ha surgido un nuevo camino de peregrinación, en este caso, gastronómica para los fanáticos del arroz en el entorno del Parque Natural de la Albufera.

La Diputación de Valencia y la Federación Empresarial de Hostelería han creado ‘La ruta del arroz’ para impulsar el turismo, la gastronomía y el patrimonio cultural valenciano a través de la creación de experiencias turísticas con el cereal como protagonista.

El Club de Producto ‘La ruta del arroz’ se ha bautizado con el nombre de ‘Arroceando’, que se presenta a través de varias experiencias turísticas, que ya se pueden disfrutar en un primer paquete en el destino Cullera. ‘#arrozenvena’, para los fans del arroz, que incluye visitas a museos, cursos para aprender a hacer una paella y concursos de arroz; ‘#arrozenruta’, que prevé rutas para caminar entre campos de arroz y hacer ejercicio disfrutando de la naturaleza en bicicleta, a caballo o en barca; y ‘#arrozenfamilia’, para comer y saborear las variedades del arroz en buena compañía en los restaurantes valencianos.

‘Arroceando’ dispone de su propia página web (www.arroceando.com) desde la que se pueden consultar las novedades y contenido del proyecto y también tiene presencia en las redes sociales con el objetivo de crear vínculos y generar comunidad con usuarios interesados en el arroz y en el territorio donde se desarrolla este proyecto.

La ruta gastronómica tiene como socios a la Conselleria de Medio Ambiente, la D.O Arroz de Valencia y Ribera Turisme y se han sumado como destinos los municipios de Valencia, de Cullera; Silla; Albalat de la Ribera; Sueca; Algemesí; Sollana y El Perelló.

A lo largo de este año, según ha apuntado esta semana fuentes de la Diputación de Valencia, sus promotores tienen previsto asistir a ferias nacionales e internacionales y cerrar acuerdos con tour operadores para incorporar ‘La ruta del arroz’ en paquetes turísticos de agencias de viajes.

Desde la Federación Empresarial de Hostelería destacan que formar parte del club de producto permite una serie de beneficios directos para las poblaciones «como el disponer de una oferta turística diferenciada, desestacionalizar la demanda, contribuir al desarrollo local sostenible» y para las empresas que «reciben un distintivo que permitirá identificarles como establecimiento participante en el club y que supondrá darle un valor añadido, visibilidad y nuevas oportunidades comerciales».

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