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Diez claves para preparar la piel para un bronceado saludable

Diez claves para preparar la piel para un bronceado saludable y es que El IME ha informado de que eliminar los azúcares y grasas saturadas en primavera evitará la aparición de manchas oscuras y verrugas en la piel debidas a la exposición solar.

Desintoxicar el hígado antes de la época estival, aumentar el consumo de betacarotenos e hidratar la piel con aceite de sésamo, son algunas recomendaciones que ayudarán a tener una piel sana y dorada este verano.

Llega el verano y es esencial preparar la piel adecuadamente para poder disfrutar de un bronceado saludable. En este sentido, es fundamental incorporar algunos hábitos de nutrición y cuidado de nuestro cuerpo que nos ayudarán a proteger nuestra epidermis y a tratarla desde dentro para evitar problemas desarrollados por la exposición solar.

Por este motivo, el Instituto Macrobiótico de España (IME) ha elaborado un decálogo con las diez claves que permitirán disfrutar de un bronceado dorado y sano este verano, evitando la aparición de manchas, rojeces o alteraciones de la piel:

1.- Evitar los azúcares simples.- Las manchas oscuras de la piel son el resultado de azúcares que hemos ingerido y que por la acción del sol se han carbonizado. Esto hace que sea esencial eliminarlos de la dieta, especialmente si son químicos o refinados, así como moderar el consumo de vino porque, además de ser un azúcar simple, su contenido alcohólico incrementará la resecación de la piel.

2.- Evitar el exceso de grasa en primavera.- Ingerir en esta época del año grasas saturadas, horneados, alimentos secos (papas, snacks, etc.), bebidas excesivamente frías y abusar de los helados provocarán la aparición de verrugas y manchas rugosas en la piel.

3.- Desintoxicar el hígado.- Esto es clave antes de empezar la época estival porque es el órgano directamente relacionado con las manchas en la piel. Para ello, es recomendable incorporar a una dieta equilibrada los sabores ácidos y amargos.

4.- Aumentar el consumo de betacarotenos.- La hidratación de la piel es esencial en esta época del año y está más relacionada con la ingesta de frutas y verduras, que con beber agua en exceso. Por eso, es importante incluir en nuestra dieta con mayor frecuencia los betacarotenos a través de licuados de zanahoria y mandarina, por ejemplo, las frambuesas, los pickles (verduras fermentadas) de zanahoria y calabaza y el alga nori.

5- Comer flavonoides.- Presentes en alimentos como el tofu, las judías azukis, las semillas, nueces o manzanas, harán que nuestro bronceado sea más duradero y saludable.

6.- Exfoliar la piel.- Esto es fundamental antes de iniciar los días de relax al sol para eliminar el tejido muerto y conseguir un bronceado uniforme. Podemos hacerlo con un guante de fibras naturales y salvado de arroz.

7.- Hidratar con aceite de sésamo.- Después de la ducha, con el cuerpo todavía mojado, es conveniente masajear el cuerpo enérgicamente con aceite de sésamo utilizando un guante de fibras naturales y dejar que la piel lo absorba durante unos minutos. El aceite de sésamo contiene un gran poder de hidratación por lo que es perfecto para pieles castigadas o expuestas al sol. Además, hace de filtro frente a las radiaciones ultravioletas.

8.- Regular la exposición solar.- Para que nuestro cuerpo se vaya acostumbrando y no se produzcan quemaduras, es importante tomar el sol paulatinamente. Es recomendable menor tiempo de exposición y hacerlo con mayor asiduidad.

9.- Pasear por la playa para mejorar la salud de nuestros huesos.- El sol es fuente natural de vitamina D, imprescindible para la metabolización del calcio. Por eso, tomarlo mientras paseamos beneficia a nuestro esqueleto porque ayuda a su fijación.

10.- Humedecer constantemente la piel.- Cuando estamos tomando el sol, es muy importante humedecer la piel con frecuencia mediante baños o con un pulverizador para evitar una resecación extrema que pueda dañarla.

Si nos fijamos en los antiguos habitantes de los desiertos, como eran los nativos y aborígenes, observamos que pese a estar expuestos continuamente a la acción del sol y no utilizar protectores solares, no desarrollaban cáncer de piel porque se aplicaban aceite de argán, de sésamo o aceites de sus plantas nativas, a la vez que se alimentaban de una forma natural y nutritiva. Sólo cuando comenzaron a incorporar a su dieta azúcares simples, comenzaron a detectarse casos cáncer de piel y otras afecciones cutáneas. Cómo nos alimentamos es fundamental para proteger la piel desde dentro y poder broncearnos de forma saludable”, ha afirmado Patricia Restrepo, Directora del Instituto Macrobiótico de España (IME).

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