El Ayuntamiento abre su joyero

La herencia de Gemma Llopis Torija-Gascó, una valenciana que entregó a la ciudad una colección de joyas de época romana en 2008, tres años antes de morir a los 58 años, es el punto de partida de la exposición ‘El oro sobre la piel’ que se puede ver desde ayer y hasta el 18 de mayo en el Museo de la Ciudad.

El tesoro que recibió el Ayuntamiento de Valencia está compuesto por 64 joyas, formadas por 79 piezas, que incluyen 15 pares de pendientes, la mayor parte de origen romano.

Con su muestra por primera vez al público de estas joyas, el Gobierno municipal cumple la promesa realizada a Gemma Llopis, que también dejó en su testamento en herencia el castillo de Ordaz al pueblo toledano después de su completa restauración, como ya contó Valencia News.

La concejalía de Cultura ha aprovechado este homenaje para sacar a la luz todo el joyero municipal, con piezas adquiridas en 1951 a los herederos de Miguel Martí y con las halladas en excavaciones arqueológicas como las del ‘Tesoro de Cheste’. De esta forma la exposición permite realizar un recorrido que va del siglo V antes de Cristo hasta el siglo XV a través de peizs púnicas, ibéricas, romanas, visigodas, islámicas y originarias tanto del cristianismo medieval como posmedieval.

La titular de Cultura, Mayrén Beneyto, aseguró que los valencianos «somos agradecidos» y «cumplimos con nuestra palabra» en referencia a la herencia recibida y aseguró que Gemma «merecía este gesto en su memoria».

La comisaria del proyecto, Isabel Barceló, destacó el hecho de que estas piezas de oro hayan ‘sobrevivido’, ya que «lo normal era que se fundieran, de ahí precisamente el valor de varias de las piezas expuestas, algunas de las cuales superan los 2.500 años de historia y que, en numerosos casos, provienen de enterramientos de culturas antiguas descubiertos a lo largo del tiempo».

Al estudiar las joyas para la exposición se han analizado unas 14 láminas de oro troquelado que han resultado ser de «un ajuar principesco, de alguno altísimo noble de origen danubiano». No se sabe como llegó a manos de Miguel Martí, pero si pertenecerían a alguna tumba de ese área o de Hispania, «en ese caso estaríamos ante un hallazgo único, se trataría entonces de un altísimo personaje de los que entraron en los últimos años del Imperio, por lo que es muy satisfactorio saber que tenemos ahí un tesoro hasta ahora desconocido», añadió la investigadora.

 

 

Ir arriba