El Cantábrico también gusta a las gentes del Mare Nostrum

Precisamente en esta parte de Cantabria se ha puesto en marcha este verano una extraordinaria iniciativa solidaria cuyos protagonistas son los parados españoles. Desempleados de larga duración con hijos que pueden beneficiarse del programa “Bungalow feliz” gracias al cual pueden disfrutar de una semana de estancia totalmente gratuita con alojamiento y comidas incluidas.

Así lo relata a VLC News el promotor de esta acción altruista y propietario del camping de Somo, Somo Parque, y directivo de Asociación de Empresarios de Campings de Cantabria, Emilio Valle, quien emocionado asegura que esta campaña se lleva a cabo sin otra finalidad que no sea ayudar y apoyar a las familias “que tan mal lo están pasando”. Valle acoge semanalmente en su camping a una familia cuyos miembros se encuentren en paro y lamenta que «la elección no sea sencilla de realizar entre todas las peticiones recibidas detrás de las cuales hay realidades duras”.

Una acción que se está convirtiendo en una auténtica cadena solidaria a la que se están sumando otros empresarios de la zona como la familia que regenta el Hotel Bemon de Somo que pone a disposición de estas familias el restaurante de su hotel para todas las comidas del día como unos clientes más.

Francisco Javier Bedia Monet, director del citado hotel afirma también emocionado que “es un orgullo poder ayudar a estas familias necesitadas y que tan agradecidas están”. Asegura que es una experiencia que no olvidará en su vida, “pues sus muestras de agradecimiento fundiéndose en abrazos con nosotros es algo que siempre quedará grabado en mi memoria”.

Señala que es gran una labor «para lo poco que cuesta llevarla a cabo por lo felices que hacemos a estas personas» y se siente orgulloso de fomar parte de la “cadena solidaria” que se está desarrollando en la parte oriental de Cantabria.

Bungalow Feliz se está llevando a cabo en 64 cámpings de toda España y según indica Emilio Valle “en nuestra zona está teniendo muy buena acogida y no sólo por parte del sector del camping u hotelero, «sino también por parte de personas que cuando conocen se suman con aportaciones materiales para estas familias y sus hijos”. 

 

Novedad y tradición

Si bien los surfistas encabezan el número de personas que visitan Cantabria procedentes de la Comunitat en los últimos años, hay otros valencianos que, de bien atrás, eligen Cantabria de forma fiel como destino para pasar sus vacaciones. Es el caso del reconocido periodista Francisco Grau, “un valenciano nacido en Sueca, junto al Júcar, La Albufera y el Mar Mediterráneo”, asegura satisfecho. Descubrir Cantabria, dice, fue todo un hallazgo que le impactó, atrapó y dejó «enamorado para siempre”.

Grau recuerda que su encuentro con la Región en 1978 “hace treinta y cinco años cuando mi novia, de Bilbao, veraneaba con su familia en Noja. Descubrí un pueblecito encantador, sobre todo por sus dos maravillosas playas, la del Ris y la de Trengandín, que se desplegaban a ambos lados de un saliente que el pueblo hacía en el mar, con un bosque de eucaliptos centenarios”.

En aquel entonces, continúa, veraneaban en Noja no más de cien familias, sobre todo de Bilbao y de Madrid, hasta que en 1984 empezó el desarrollo y la explotación turística de Noja. Hoy veranean allí más de sesenta mil personas. Pero las playas, el mar Cantábrico, los montes, los bosques y los prados verdes, siguen igual que entonces.

El periodista y responsable de la productora valenciana Trivisión terminó comprando una casa en Arnuero, a pocos kilómetros de Noja. “Es mi plan de jubilación, quiero vivir medio año en Valencia, con sus inviernos suaves, y el otro medio año en Cantabria, con sus veranos tibios de noches frescas”.

Francisco Grau reitera que algo que valora mucho “es vivir rodeado de verde, en todos los tonos y matices imaginables. Tapices interminables que recubren las crestas de las lomas y montañas y se extienden por sus laderas hasta desplegarse en sus infinitos valles”.

Finaliza afirmando que para un valenciano “Cantabria es el contraste absoluto con su tierra de origen: el verde, las vacas, las playas, el mar, los montes, los valles, el clima… todo se convierte en sorpresa continua para quien aprecia la maravillosa diversidad que existe entre las tierras de España”.

 

Surfeando en otras aguas

Ribamontán al Mar se ha convertido en uno de los “referentes” de España en el mundo del surf. Un municipio que forman Carriazo, Castanedo, Galizano, Langre, Somo, Loredo y Suesa.

La formación de las olas al llegar a sus costas posee una forma especial que propicia la práctica del surf al poder permanecer la cresta durante más tiempo y altura de lo normal, lo que está propiciando el éxito de la zona para la práctica del deporte.

Dos jóvenes valencianos, los surfistas Rubén Andrés y José Ballestero, de 26 años, es la primera vez que visitan Loredo para surfear. “Hemos disfrutado de una buenísima experiencia, hemos encontrado unas olas y un clima muy propicio”. Cuentan que después de haber estado en Francia o en el País Vasco, Loredo y Somo es lo mejor que han visto junto a Zarautz. Merece la pena volver, dicen, no sólo por la cercanía de los alojamientos con el mar, “sino también por la gente, la gastronomía y el clima”.

Recomiendan Ribamontán al Mar y sus municipios para los principiantes y para todos aquellos que quieran mejorar, “pues las olas son medianas, perfectas» indican estos “surferos” valencianos que, tras cinco intensos días de agosto, volverán a esta parte del Cantábrico el mes que viene.

Y no sólo crece el número de sufistas españoles sino también los procedentes de la UE como señala el director del hotel Bemon de Somo quien ha recibido este año varios clientes del centro y norte de la UE para «sufear».

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