En este Domingo de Ramos, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, bendice en el exterior de la Catedral de la ciudad los ramos de olivo, laurel y las palmas de los fieles valencianos.
El purpurado bendice las palmas desde la puerta románica de la Almoina, en cuya plaza se concentran los feligreses que participan, antes de la celebración de la solemne misa del Domingo de Pasión o de los Ramos que tiene lugar a las 12.00 horas del mediodía en la Catedral.
PROCESIÓN
Después de la bendición de palmas, el Cardenal parte en procesión por la plaza de la Virgen y por la calle del Miguelete y entrará por la puerta principal de la Catedral, la Puerta de los Hierros, para celebrar la misa.
En el recorrido, además, participa este año el cardenal y arzobispo estadounidense William Joseph Levada, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, junto al clero de la Catedral.
El significado religioso de la procesión del domingo lo conmemoraban ya los peregrinos en el siglo IV, cuando bajaban desde el monte de los Olivos hasta Jerusalén, con ramos de olivo y palmas simbolizando la entrada de Jesús en la ciudad, ha precisado el presidente de la comisión diocesana de Liturgia, Jaime Sancho.