El IVAM, la Reina y el solar

Este martes la Reina Sofía subirá las escalinatas del IVAM, 25 años después de inaugurarlo también un 18 de febrero, pero de 1989. Entonces estaba acompañada de Carmen Alborch, ahora hará las veces Consuelo Císcar. Dos mujeres que forman parte del quinteto integrado también por José Francisco Yvars, Juan Manuel Bonet y Kosme de Barañano, que ha llevado las riendas del museo de arte moderno.

Entre una visita y otra, más de 10 millones de personas han pasado por las salas del IVAM para ver obras de Picasso, Dalí, Matisse, Pinazo, Bacon, Gargallo, Chillida, Rodin, Botero, Gaudí, Degas, Tàpies o Miró, y 10.909 obras han ido engordando los fondos del museo, de las cuales 6.467 han sido donadas por sus creadores.

Esta generosidad de los artistas sirve para medir el prestigio que ha adquirido prácticamente desde su inicio el IVAM. Como sentencia el escultor valenciano y miembro del Consell Valencia de Cultura,  Ramón de Soto, «ningún artista es imbécil y si dona una obra al IVAM es porque sabe que el prestigio del museo refuerza su prestigio».

El IVAM es uno de los emblemas de la ciudad, fue pionero de los museos de arte contemporáneo en España y modelo a seguir para que los que han proliferado después, pero además ha conseguido algo que parecía imposible, poner de acuerdo y hacer sentir orgullosos a todos los valencianos de tener esta refencia cultural.

La clave del éxito para De Soto, que ha vivido la puesta marcha del IVAM desde el minuto cero, es que «ha sabido adaptarse a la realidad y ha sido democrático» para jugar un papel «decisivo en la introducción del arte moderno en nuestra sociedad».

En época de vacas flacas -ahora cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros, dos menos que en su primer año-, el museo tira de fondo de armario para celebrar sus 25 años. Se trata de una respuesta inteligente y creativa a través de exposiciones temáticas con sus propios fondos para superar la crisis.

Los recortes presupuestarios autonómicos, previos a la crisis, no han supuesto hasta ahora que el IVAM pierda su posición de privilegio dentro del circuito internacional como uno de los centros de arte moderno más prestigioso del mundo. «No hay diferencia entre una exposición del MOMA y el IVAM, lo único que cambia es la importancia de la ciudad, Valencia no es Nueva York en cuanto a repercusión. Como no la hay entre una muestra en el TATE de Londres y una en el IVAM», asegura el escultor valenciano.

En este cuarto de siglos también ha habido algunas sombras, como la expropiación de los vecinos y el derribo de las viviendas de la manzana de Guillem de Castro para llevar a cabo una ampliación que duerme el sueño de los justos en un cajón. La piel del IVAM encargada a los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa nunca se puso y el solar es la prueba de lo que pudo ser y no fue y posiblemente no será.

La inauguración oficial de los actos conmemorativos arranca el martes con la exposición ‘Colección del IVAM. XXV Aniversario’ con la mejor selección de fondos propios con más de 300 obras y a la que seguirán 29 exposiciones más a lo largo de todo el año. De estas, ocho se nutrirán de fondos propios del museo y permitirán conocer con más profundidad las obras pertenecientes a las colecciones como Fotografía de Mujeres, Arte Iberoamericano, Donaciones, Paisaje urbano en la colección de fotografía, Dibujos inéditos, Pinazo y Obra invitada.

Dentro de la programación especial se celebrarán actividades complementarias con un ciclo de conferencias magistrales, talleres didácticos, talleres sociales, y ciclos poéticos y de música dentro de la batalla por la superviviencia de la cultura contemporánea en la Comunitat Valenciana.

Ir arriba