El momento del baño en el bebé

 

Los bebés como todavía no han desarrollado completamente su sistema inmunológico, la higiene durante los primeros meses es esencial, no sólo corporal sino también en su entorno y todo lo que puedan manipular. La mayoría de las enfermedades de los más pequeños se transmiten a través de las manos por ese motivo lo mejor es adoptar hábitos de higiene cotidianos desde edades muy tempranas.

Los principales responsables del aseo corporal en los recién nacidos son las propias familias, porque los peques todavía no se valen por sí mismos y lo que se debe pretender es dar un ejemplo positivo de esas conductas, además de favorecerlas para que los niños y las niñas las incorporen en su día a día.

Cuidado infantil

El momento del baño suele hacerse en casa y se debe considerar una norma de obligado cumplimiento diario. Es fundamental que el bebé se sienta limpio y cómodo, porque una higiene adecuada es la mejor garantía contra infecciones o irritaciones de la piel.

Una característica muy importante del baño es que podemos utilizar ese momento para favorecer la comunicación con el bebé a través de palabras agradables como ‘guapo’, ‘bonito’ o incluso ofrecerle muestras de cariño con caricias, mimos o las famosas ‘pedorretas’ en la tripita. Todo esto favorece la autoestima del bebé y le hará sentirse más seguro a la hora del baño, ya que asociará ese momento con algo muy positivo.

El pH cutáneo al nacer es neutro y se va  haciendo ácido progresivamente, además existe una insuficiencia en la secreción de grasas y sudor por lo que hay un déficit en la película protectora de la piel.

Para que la actividad del baño forme parte de la rutina, se debe efectuar cada día a la misma hora y si el bebé es inquieto, es mejor hacerlo por la noche, porque el agua tibia le ayudará a relajarse y a dormir mejor.

Antes de iniciar el baño, es recomendable caldear la habitación a una temperatura adecuada, después hay que prepararse todo lo necesario: bañera, jabón especial suave, esponja natural  – la esponja debe ser exclusivamente del bebé, no la deben utilizar los adultos – champú infantil, crema o aceite corporal y toalla.

El cabello se debe lavar durante el mismo proceso del baño, también diariamente hasta los dos años, utilizando un champú infantil y sin meterle la cabeza dentro del agua.

Hay que tener en cuenta que aunque los jabones, champús, y demás cosméticos infantiles  tienen un pH neutro, es conveniente no abusar de ellos, incluso es recomendable, algunos días prescindir del jabón.

Al terminar hay que arroparlo enseguida con una toalla de algodón. Es fundamental cubrirle la cabeza, porque los bebés pierden por ahí la mayor parte de su calor corporal. También hay que secarlo bien por los pliegues para prevenir escoceduras y hongos. No se le debe frotar, hay que darle ligeros golpecitos con la toalla por todo el cuerpo. Una vez bien secado se le debe masajear con una crema hidratante.

A los más mayores se les debe dejar su tiempo para jugar con el agua, hay que tener en cuenta que ese momento sirve también para experimentar, para conocer su propio cuerpo, por ese motivo también es muy recomendable que durante el baño se vayan repasando las zonas del cuerpo, porque es forma divertida de aprender.

Gema Marí

Periodista+Educadora Infantil

@gemari

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