“El negocio sigue estando en manos de las grandes compañías”

 

Comboi Records en un sello discográfico que bajo el lema ‘fet a València’ cuenta con más de 30 títulos entre discos editados y publicaciones propias elaboradas por sus artistas. Músicos de la talla de Julio Bustamante, Carles Dénia o Eva Dénia son algunos de los estandartes que este sello lleva por bandera desde prácticamente sus inicios, cuya filosofía comercial trata de buscar la impronta personal del propio artista y su forma particular de expresarse mediante la música.

“La característica en común que tienen los artistas de nuestro sello es que buscamos música de autor. Da igual el género, buscamos gente con cosas que decir y con estilos personales muy definidos” nos cuenta Carlos Carrasco, director artístico de Comboi.

En un sector tan aparentemente convulso como es el panorama musical actual parece que la edición de discos en formato físico está a punto de exhalar sus últimos suspiros para dejar paso a la nueva generación de música en ‘streaming’. Pero para Carlos esta revolución no es más que un cambio de forma en la estructura tradicional que ha existido (y seguirá existiendo) en el mercado de siempre.

“El espejismo de Internet y las nuevas tecnologías es que parece que van a cambiar radicalmente las cosas, y sí, lo están haciendo, pero en las formas. Al final de la película las viejas compañías de toda la vida son las que están tomando posiciones en el mundo del streaming, que es lo que va a sustituir a los discos de toda la vida. Estas compañías dominaban el mercado del disco con sus precios abusivos y ahora también lo están haciendo con Internet; Los poderosos siguen dominando el mercado de la música”.

Carlos se muestra rotundo ante la creencia cada vez más extendida de que Internet va a suponer un cambio radical en el sector actual de la música que va a romper con los esquemas establecidos desde hace años. Para él, las grandes compañías “no van a renunciar a lo que han conseguido con el trabajo de toda la vida” por lo que cada vez se están posicionando más fuerte en el mercado online.

 

Música con denominación de origen

Valencia es un lugar con una fuerte tradición cultural, algo que se extiende a la forma de expresarse mediante la música. En Comboi Records entre el 15 y el 20 por ciento de los artistas editados lo hacen en valenciano. El castellano sigue siendo el favorito a la hora de grabar y editar un disco, aunque cada vez son más los grupos y artistas que se lanzan a cantar en inglés.

Según nos cuenta el propio Carlos, el sello al estar localizado en Valencia cuenta con muchos artistas propios de la ciudad, “aunque no tenemos inconveniente en trabajar con personas de otros lugares”. Exceptuando los tres estandartes de la compañía -Julio Bustamante, Carles Dénia y Eva Dénia- el resto de músicos y cantantes acuden al sello en busca de ayuda para la edición y distribución de sus discos.

Existen varias formas de editar un disco en Comboi, desde la autoedición pura en la que el músico se hace cargo al completo del coste de la fabricación de la tirada hasta un convenio con el propio sello en el que de forma conjunta, sello y artista se reparten los gastos para una distribución más completa por Barcelona o Madrid.

“Dependiendo de si nos gusta mucho el grupo o artista y si les vemos posibilidad de venta, nos involucramos un poco más y negociamos la posible distribución de la música por otro tipo de plataformas, ya sean físicas o en la red”. Actualmente Comboi Records trabaja con dos grandes distribuidoras en España, Karonte Distribuciones en Madrid y Actual Records en Barcelona, además de las plataformas digitales de Spotify, iTunes, Amazon y BandCamp.

 

Relación musical adolescente

Para este músico la relación que mantiene España con la música es “la de un chaval joven”. En comparación con países con una larga tradición musical como Estados Unidos o Inglaterra, “En España no hay demasiada afición a la música”.

“La gente joven es la que realmente consume, pero sobre todo se gasta para acompañar la fiesta o para ligar, pero no existe una devoción tradicional como en otros países”. Según Carrasco, en Inglaterra -cuna del pop y de Los Beatles- se vende el doble de discos que en todo el resto de Europa unida. “Sólo hay que fijarse en el ejemplo de Valencia: apenas hay locales para tocar, y los que hay son sitios pequeños”.

Es por esto que es necesario realizar un cambio en la situación actual y ofrecer un valor añadido junto con la música. “Hay que calentarse la cabeza para que la cosa funcione”. La gente cada vez valora más todo aquello que aporte algo más que el disco puro y duro. Buena prueba de ello es que para el último disco de Julio Bustamante editado en el sello, se produjeron dos tiradas: una básica simplemente con el CD a 10 euros y otra mucho más elaborada, con dibujos originales del propio artista, firmado de su puño y letra y una presentación en caja de cartón hecha a mano al precio de 20. El resultado: la tirada de ‘edición especial’ está prácticamente agotada. “La gente valora estas cosas, ven que detrás de ese trabajo hay esmero, cariño, y que no es un disco corriente sino algo más”.

«Hay que empezar a buscar e innovar en la forma de hacer conciertos para dar un buen espectáculo. Es necesario ser cada vez más profesionales y cuidar más el formato«. Sin duda una situación que cada vez más resulta necesaria en un sector que está sufriendo la evolución más importante de toda su historia.

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