Una tarjeta en la tienda de música Oldies, llama la atención. Oldies es un templo para los melómanos, un bunker que resiste la crisis de la música y donde encontrar discos de colección en todos los formatos existentes: singles, casetes, LPs, vinilos e incluso CDs. En este epicentro de amantes de la música donde se aprecia el sonido del vinilo y los diseños de las carátulas de los Long-Play, se dan cita también los poseedores de antiguos tocadiscos a los que cada vez les es más difícil soportar el paso del tiempo.
Encima del mostrador está la tarjeta de Alberto. En ella podemos leer la afición que salva de la jubilación a aparatos que los tiempos han dejado obsoleto. Alberto tiene 70 años y dedica su ocio a la reparación de aparatos electricos, especialmente los referidos a la electrónica de imagen y sonido: tocadiscos, magnetófonos, compactos, radiocasetes, proyectores de super 8, radios… voluminosos aparatos donde en lugar de memorias y lectores USB se encuentran válvulas, resistencias y circuitos integrados. Es un auténtico artesano a cuyas manos llegan aparatos necesitados de cuidados desde cualquier lugar de España. Los sentimientos son los que llevan a los coleccionistas a buscar un remedio para sus antigüedades. Regalos de juventud, recuerdos de familia, o inseparables compañeros de fatigas.
Los tiempos en que podías hacerte tu propia radio
Alberto estudió en el del Instituto Politécnico S. Vicente Ferrer donde se convirtió en Campeón Provincial de Electricidad. Este fue el pistoletazo de una afición que en su juventud le llevó a fundar con su padre una empresa de fabricación de aparatos de radio y tocadiscos. Su padre era agricultor y ladrillero pero también un hombre inquieto que fabricaba radios de galena. Del sonido pasaron a la imagen y comenzaron a fabricar televisiones con su propia marca: “Picayo”. Sí, en los sesenta alguien con unos mínimos conocimientos de electrónica podía hacerse su radio y montarse su televisión. Por sus dominios pasaron también la representación comarcal de las marcas Inter y Grundig.
Los tesoros de Alberto
Alberto, guardó cuidadosamente en el túnel del tiempo una buena cantidad de objetos, tales como radios portátiles y radiocasetes Grundig, radios de casi todas las marcas, tocadiscos portátiles, platos giradiscos, armónicas Honner, tomavistas de 16:8, proyectores, etc. De entre sus tesoros podemos apreciar un grabador Ingra de sistema de hilo magnético, una radio Phillips del año 1926 con el nº de serie 173, que tiene el altavoz por separado, un magneto Grundig de cinta y su fetiche más personal, una radio galena hecho por su padre en 1932. Un regalo que le hizo sus suegros.
Alberto quiere contribuir a que ningún valenciano quede huérfano de sus recuerdos y por eso pone a disposición de todos los amantes de la música sus conocimientos con los que ayudar a resolver dudas sobre las repariociones de estos veteranos aparatos. A través de esta dirección de correo electrónico electronica_picayo@hotmail.com pueden ponerse en contacto con él. Una inmejorable oportunidad para que no para la música.