El teatro griego está de moda

 

El Grupo Komos se creó en el año 2003 en el I.E.S Vicenta Ferrer Escrivà de mano del profesor de griego Miguel Navarro. En sus inicios se buscaba la formación de un grupo de teatro que promoviera el carácter educativo de la interpretación basado en el teatro griego, que permitía tener en escena a muchos intérpretes al contrario que en los grupos de teatro modernos que apenas cuentan con 2 o 3 actores. Actualmente cuenta con cerca de 80 personas en el equipo – entre actores y técnicos de sonido, iluminación, maquillaje, peluquería y decorados – y se ubica en el Instituto de Secundaria Districte Marítim de Valencia.

“Desde un primer momento quería que el proyecto cuajase” nos cuenta el director e impulsor de la creación de Komos, Miguel Navarro “el primer año no buscábamos darle un carácter profesional, pero si mostrar que era un proyecto serio”. Después de 10 años de formación y experiencia sobre los escenarios, el grupo de teatro Komos se ha convertido en todo un referente en la interpretación del espíritu del teatro griego.

Con la puesta en escena de obras clásicas como ‘Las Coéforas’ de Esquilo, ‘Hipólito’ de Eurípides, ‘Las Tesmoforias’ de Aristófanes o ‘Magicum’, un espectáculo representado íntegramente en griego y latín, Komos se ha ganado el reconocimiento institucional y se le han abierto las puertas de los dos principales circuitos de teatro grecolatino nacionales. Ciudades como Sagunto, Segovia o Zaragoza han acogido a estos jóvenes artistas que demuestran sus tablas representando a personajes de la Grecia Clásica como Afrodita, Hipólito, Medea o Creonte.

“La seriedad en el trabajo es la clave del éxito” confiesa el director “todos venimos porque nos apasiona el teatro, y cuando mis actores se ponen frente al publico consideran que lo que están haciendo es una obra de arte”. Con una década de experiencia a sus espaldas, el grupo Komos cuenta con participantes que han terminado sus estudios de arte dramático que además trabajan en otras compañías de teatro, junto con una joven que piensa dedicarse profesionalmente al mundo de la ópera “esta profesionalidad le da un poso al grupo, y se presenta como un conjunto artísticamente completo”. Algo que se contagia a la parte más ‘amateur’ del grupo teatral, formada por alumnos de reciente ingreso que quieren colaborar en un proyecto tan sólido como éste.

 

Una obra singular

“Intentamos planificarlo todo para que no haya interferencias entre los ensayos y actuaciones y los estudios de los jóvenes” explica Navarro “el estar en una compañía de teatro les ayuda a centrarse y planificarse para compaginar los estudios con los ensayos”. El carácter profesional que ha adquirido esta compañía de teatro obliga a dedicarle una media de entre 15 y 20 horas de preparación semanales – entre ensayos y pruebas de iluminación, peluquería o maquillaje – para ofrecer una obra lo más perfecta posible “pero la gente disfruta muchísimo y adora lo que hace”.

Gracias a la obra compuesta por Miguel Navarro ‘Después de la tierra’ la compañía se ha alzado con el Primer Premio Nacional Buero de Teatro Joven en la categoría escolar. Basada en la Antígona de Sófocles y en la obra poética de Miguel Hernández, ‘Después de la tierra’ es un juego poético muy teatral, otorgándole vigencia a la obra del clásico griego Sófocles y relacionándolo con la Guerra Civil Española.

“La idea se me ocurrió por casualidad” confiesa el creador de la obra “mi pretensión era recrear una Antígona de la Guerra Civil fusionándola con la fuerza poética de Miguel Hernández, lo que dio lugar a un texto sólido, fuerte y muy potente”. Una obra rebosante de simbolismos entrelazados, desde juegos de banderas republicanas y falangistas que se alzan y caen hasta un coro de ciudadanos arrodillados que piden conservar la esperanza, en alusión a los poemas de ‘Viento del pueblo’.

Además del éxito cosechado por la representación de ‘Después de la tierra’, Komos deslumbró al público al interpretar una tragedia perdida de Eurípides hace más de 2400 años. ‘Hipsípila’ se representó por primera vez en año 407 a.C. y hasta el momento no se había vuelto a poner en escena debido a las lagunas del texto griego original. “la obra de Eurípides no se había representado en ningún lugar del mundo, ya que algunas partes se perdieron y sólo existían extractos y fragmentos” explica Navarro “decidimos coger esos fragmentos y reconstruir la obra de la forma más fiel posible al espíritu de Eurípides”.

Para el director fue un “gran reto” reconstruir una tragedia incompleta manteniendo la máxima fidelidad a los fragmentos conservados y darle un sentido completo a la obra. El éxito fue tal que se editó un libro en edición bilingüe completando las lagunas del texto original y presentando la reconstrucción final ofrecida por el Grupo de Teatro Komos. 

Sin duda una trayectoria prometedora que afianza el trabajo y dedicación de estos jóvenes profesionales que han otorgado un aire ‘nuevo’ al panorama teatral rememorando las tragedias clásicas de la Grecia antigua cuando cientos de espectadores disfrutaban del talento y dedicación de las compañías teatrales. 

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