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Gestión de tiempo

Gestión de tiempo, seguramente y en época de más estrés te da la sensación de que tienes muchas cosas que hacer y cuando termina el día, la sensación es que no te ha dado tiempo de nada, y esto hace que te sientas frustrado, además de sentir que se te acumula la faena, y así día a día. Sólo es gestión de tiempo.

En tu mente está el diálogo interno con la frase típica empezando con un “Tengo que”: tengo que poner una lavadora, tengo que ir a tal sitio, tengo que enviar un email a tal persona, tengo que terminar los informes, tengo que ir a comprar….. ¿Te suena?. Se necesita una buena gestión de tiempo.

Voy a darte unas pautas para que esto lo puedas llevar de una forma más eficaz con una buena gestión de tiempo:

Haz un listado al inicio de la semana de todo lo que “tengas que hacer”.

Ese listado lo divides en cosas importantes y cosas urgentes. Las urgentes son aquellas que si no lo haces en un periodo muy breve de tiempo puedes tener consecuencias severas. Si las cosas que apuntas no son ni importantes ni urgentes, o las derivas a alguien que las haga o ponlas en una lista donde vayas a mirar en otro momento.

El listado de importantes las colocas en un planning mensual. Si están bien planificadas no pasarán al carácter de urgente. Por ejemplo, para finales de mes voy a entregar un trabajo. Pues al inicio de esa semana te escribes en la agenda sobre el trabajo. Esto sirve para que no estés dando vueltas a algo que en ese momento no precisa tu atención

Cada día haces lo que tienes previsto, ni una cosa más. Con ello te hará sentir bien porque es lo que previamente te habías planteado y lo has cumplido.

Ten en cuenta los imprevistos. No pasa nada, reestructuras la semana.

A final de semana revisas para la siguiente y echas un vistazo a aquella lista que no era ni importante ni urgente. Haz una lista de cosas que hacer cuando estoy aburrida.

Cambia siempre el “Tengo que” por “Voy a”. Te será más fácil ya que la primera tiene connotación de obligación y nos cuesta más, todo es gestión de tiempo.

¿Lo probamos?.

Texto por Marian Martín Soler

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