Investigadores de la UPV colaboran en la construcción del mayor telescopio de neutrinos del mundo

Un grupo de científicos del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de Valéncia (UPV) ha diseñado emisores acústicos que sirven para monitorizar la posición de los sensores ópticos que escrutarán varios kilómetros cúbicos de agua en busca de señales luminosas generadas por neutrinos, partículas elementales que transmiten valiosa información de los confines del cosmos donde se producen del KM3NeT (Kilometre Cube Neutrino Telescope), el mayor telescopio de neutrinos del mundo. Estará situado a más de 2.000 metros de profundidad en el mar Mediterráneo. El grupo que está liderado por Miguel Ardid, pertenece al Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de las Zonas Costera (IGIC) y ha diseñado el sistema de emisiones que servirá para monitorizar la posición de los sensores ópticos con precisión de 10 centímetros sobre distancias del orden kilómetro.

Además y mediante un convenio de colaboración con la UPV, la empresa Mediterráneo Señales Marítimas, S.L.L. (MSM) ha ganado el concurso para la producción de los emisores acústicos para esta primera fase del telescopio. El grupo de la UPV trabaja «de forma muy estrecha» con otros integrantes valencianos del proyecto: el Instituto de Física Corpuscular (CSIC-UV).

Investigación sobre materia oscura

Entre los ambiciosos objetivos del KM3NeT destacan la detección indirecta de materia oscura en el universo y la detección de neutrinos cósmicos procedentes de fuentes astronómicas, tales como los estallidos de rayos gamma, los núcleos activos de galaxias o restos de supernovas. Además, también constituirá un observatorio abisal único para la investigación en Ciencias del Mar y de la Tierra.

El KM3NeT, que se encuentra en la fase uno de su construcción, permitirá demostrar la viabilidad de la técnica propuesta y superar en prestaciones a su predecesor, el telescopio de neutrinos ANTARES. ANTARES toma datos desde 2008 y, pese a que no ha observado señales de neutrinos de origen astrofísico, debido a su modesto tamaño, ha demostrado la viabilidad de la tecnología KM3NeT.

El proyecto comprende la instalación de 558 módulos en aguas francesas e italianas en la primera fase, 2015 y 2016. La siguiente fase, 2017-2020, se ampliará el detector para poder lograr las metas propuestas.

Por Mariola Roselló

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