La Comunitat, cuna de Fiestas Populares, imán para los turistas

La autonomía valenciana es una tierra anfitriona que viste la mesa con multitud de propuestas culturales y que es capaz de ofrecer entre los platos fuertes de su carta doce Fiestas de Interés Turístico Internacional, sin duda, un menú que la hace más apetecible para visitantes de cualquier parte del mundo. No en vano, la Comunitat Valenciana se posiciona como la autonomía a la cabeza en número de Fiestas declaradas por la Secretaria General de Turismo del Ministerio de Industria, un distintivo que reconoce sus valores culturales y de tradición popular, sus características etnológicas de relevancia y su atractivo turístico. 

Desde las primeras distinciones, que recibieron en 1980 El Misteri d’Elx, Las Fallas de Valencia y Los Moros y Cristianos de Alcoy, hasta la última, otorgada a la Semana Santa de Crevillent en 2011, han transcurrido más de tres décadas de trabajo y empeño para lograr que parte de nuestra tradición más íntima y local adquiera el rango de global y popular. 

Pocos turistas deben quedar que aún desconozcan en qué consiste la Tomatina de Buñol o que no relacionen esta localidad con su hortaliza estrella. Es probable que no conozcan que fue reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2002, pero seguro que mantienen en su retina una de las imágenes que cada agosto dan la vuelta al mundo. 

Con la Tomatina comprobamos cómo nuestras fiestas son capaces de atraer a un punto concreto de nuestra geografía y a una hora determinada a miles de personas. Turistas que cruzan medio mundo para pasar una hora en Buñol; 60 minutos durante los cuales esta localidad se convierte en una Torre de Babel con un lenguaje común: el tomate. 

Sin embargo, no todas las manifestaciones populares reconocidas con esta mención tienen un origen tan reciente ni un carácter puramente lúdico. Ciertamente estos reconocimientos adquieren más valor si cabe cuando se ve con detalle cómo nuestras doce Fiestas tienen orígenes distintos que reflejan lo poliédrico de nuestras tradiciones y costumbres. Dentro de este catálogo contamos con algunas fiestas de carácter religioso: las Semanas Santas de Orihuela y Crevillent, El Misteri d’Elx (única representación teatral que se realiza dentro de un templo) y la Procesión del Domingo de Ramos de esta misma localidad alicantina. 

Otros son acontecimientos culturales como el Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja o la Entrada de Toros y Caballos de Segorbe. En cambio también han sido reconocidos fiestas cuya razón de ser converge directamente con nuestro pasado fundacional y en las batallas entre moriscos y cristianos por la conquista de nuestras tierras: hablamos de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy y la Vila Joiosa

Por último, el nivel artístico también está presente en las fiestas de nuestra Comunitat: las tres capitales de provincia se convierten durante los días que celebran sus fiestas grandes en museos al aire libre. Las esculturas de cartón-piedra y los monumentos de luz toman las calles para convertirse en los verdaderos protagonistas y ser admirados por todos, con permiso de las mujeres valencianas, alicantinas y castellonenses que recuperan los vestidos tradicionales del lugar durante las Fallas de Valencia, las Hogueras de Alicante y la Magdalena de Castellón

Como vemos la continuidad en el tiempo de estas celebraciones con el fin de mantener intacta nuestra esencia y, por lo tanto, traer hasta nuestros días parte de lo que fuimos en el pasado para proyectarlo hacia el futuro y mantenerlo vivo por muchos años, requiere un mimo y un cuidado especial, al que reconocimientos como éstos contribuyen de manera muy notable. 

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