Después de seis años de reforma y tras una inversión de 65 millones de euros el “nuevo” Museo Arqueológico Nacional (MAN) y sus más de 13.000 piezas renacen para instalarse como la mejor representación museística de la historia de España. Tras los cambios, el museo repasa a través de las nuevas tecnologías, repartidas en sus 40 salas, épocas tan lejanas en la noche de los tiempos como lo fue la Prehistoria, Grecia, la Hispania romana, la época medieval, la Edad Moderna, Oriente Próximo o Egipto. Pero a pesar de todas las piezas de valor incalculable, el MAN tiene al busto íbero de la Dama de Elche como principal reclamo para que el visitante sienta el peso de la historia. La pieza ibera encontrada por casualidad por un niño en el año 1897 en una finca próxima a Elche, datada entre los siglos V y IV a. C., lleva siglos llamando la atención de propios y extraños. Recientemente en el programa de éxito Cuarto Milenio el equipo del periodista Iker Jimenezhizo un reportaje especial sobre el origen del busto descubierto en los terrenos de La Alcudia. El descubrimiento casual de un niño de 14 años detuvo el tiempo en forma de piedra.
Para “competir” visualmente con la Dama también se encuentran otras piezas esenciales en el mundo de la arqueología como la Dama de Baza, el Sepulcro de Pozo Moro, el Tesoro de Guarrazar, el Orante de Gudea, el Crucifijo de Don Fernando y Doña Sancha, momias y sarcófagos egipcios o la esfinge de Agost.
El decimonónico edificio del Museo Arqueológico Nacional (MAN),fundado en 1867 por Isabel II, se ha renovado por dentro y por fuera con un nuevo proyecto museístico y de restauración de piezas. Ahora, el visitante puede verse atrapado por la belleza de sus objetos, pero también por los sonidos, como el de la piedra que chocaba con otra para fabricar un sílex, en el principio de los tiempos. Este es uno de los audiovisuales con los que arranca el viaje, por la Prehistoria.
La nueva imagen y sus instalaciones renovadas sitúan al MAN «en uno de los más importantes museos de arqueología y de historia de toda Europa, comparable al Museo Acrópolis de Atenas, el Pergamo de Berlín o el Museo de Arqueología Mediterránea de Marsella.
Moreno Ghersi