Tras las buenas sensaciones de la primera jornada, el viernes no defraudó a nadie. Zona D continuo con la presentación de tres nuevos jóvenes diseñadores: Jimmy Can Tunis, Marta Bonet y Anabel García. Por la tarde la jornada comenzó con la colección ‘Euménides’ de Esther Noriega donde la Grecia Antigua estuvo presente en los vestidos de fiesta artesanales que la diseñadora ha presentado en VFW. La segunda creadora en mostrar sus trabajo fue María Cózar Couture quien sorprendió a los asistentes con ‘Mis Cadillac’ una colección inspirada en la América de los años cincuenta; una serie de diseños donde la sobriedad, el lujo y la sensualidad caracterizaron las prendas que lucieron las modelos sobre la pasarela. La costura de JavieryJavier llenó la pasarela en su ‘Jardín’ particular de sedas, encajes y estampados basados en una naturaleza muy colorida. La tarde continuo con Patricia Adam, ganadora de la pasada edición de Zona D, presentó ‘Âme’ una colección muy varonil a la par de femenina donde los cuellos camiseros, los bolsillos y las corbatas han estado presentes en las distintas piezas presentadas en VFW.
Tras una jornada cargada de actividades y desfiles de elevada calidad llegó el turno de Siemprevivas. Alrededor de las ocho de la tarde no cabía nadie más en el Ágora. Media Valencia, literal, se agrupa a las puertas de la pasarela para hacerse con un sitio para el desfile más esperado de la jornada del viernes. Adrián Salvador, junto a su inseparable Lucas Zaragosí, ha vuelto a sorprender al público valenciano con su colección ‘Skin’ donde demostró, una vez más que calidad, dulzura, buen hacer y modernidad son el combinado perfecto para un resultado sublime. En esta nueva colección ‘se han dejado la piel’, y perdonarme que hable en plural ya que la magia de Siemprevivas nace de la creatividad y la aguja de Adrián y de la importante labor de comunicación e imagen que realiza Lucas.
En VLC News tuvimos la suerte de poder entrevistarles antes del desfile del viernes y confesaron que su colección ‘Skin’ “está basada en el trabajo de Carlo Mollino, fotógrafo y diseñador que se inspiraba en las siluetas orgánicas de los desnudos de sus fotografías» y la verdad es que sobre la pasarela hemos podido observar como la ejecución de sus piezas eran reflejo vivo de sus palabras. Durante su puesta en escena se mostró a “una mujer actual, urbana y que valora las prendas cuidadas y atemporales”. El negro, el blanco y el rosa maquillaje fueron los colores que predominaron en sus vestidos, trajes de chaqueta, vestidos camiseros con bolsillos XXL y divertidas combinaciones de shorts y shirts. Una colección coherente y bien ejecutada, de principio a fin, donde los tejidos naturales, como la seda y el tafetán, se conjugaban a la perfección con materiales tecnológicos y orgánicos.
Siemprevivas se ganaron la ovación de la grada al finalizar el desfile y nos es para menos ya que la jornada del viernes estuvo marcada por la fuerte expectación que el público tenía en ver la colección de este tándem de jóvenes que, una vez más, consiguieron contagiar a los asistentes con su espíritu vital y su dulzura.