Jugar a videojuegos es una aventura. Una en la que se mezclan avances tecnológicos, nuevas formas de narrar, y nuestra innata capacidad para dejarnos absorber por aquello que nos fascina, por los retos que todavía quedan por superar. Con el paso del tiempo además, el mundo digital y el real han ido acercándose cada vez más, tanto que a día de hoy muchas veces no tenemos claras las fronteras entre uno y otro. Todas estas ideas, barnizadas de espíritu gamberro, están en The Evolution of Video Games,un vídeo que saca la historia del videojuego a la calle. Literalmente.
El punto de partida de la pieza es hacer un recorrido breve pero ingenioso (y muy bien realizado) por importantes hitos del medio, desde los inicios dePong hasta las carreras suicidas del GTA V, pasando por el inevitable homenaje a Super Mario. A partir de ahí, sirve para poner en escena un pensamiento que a todo jugón le ha pasado por la cabeza en algún momento: «¿Por qué la vida no puede ser como los videojuegos?».
Y es que, ¿no sería alucinante poder enfrentarnos con nuestro jefe a base de «hadokens»? ¿O deshacernos de esos políticos indeseable con unas flores mágicas de fuego? ¿Qué no daríamos por combatir la tristeza o el desamor espada en mano como si fueran los malos de Minecraft? Porqueen la vida real estamos expuestos a un montón de cosas desagradables para las que no hay restart después del Game Over.
Entendiendo esto, podríamos explicar en parte la obsesión que algunos juegos pueden llegar a provocar. También pensando en que, como explicaba muy bien Jamin Warren hace poco en su Game Show, jugarlos genera en nosotros sensaciones muy parecidas a vivir una experiencia real, y da lugar a recuerdos que muchas veces son inseparables de las cosas vividas.
Y eso está muy bien aunque, visto lo visto, casi mejor que los personajes digitales se queden en su mundo. Ser perseguido en plena calle por un Pac-Man gigante debe de dar mucho miedo. A no ser que seas el valeroso protagonista de este homenaje a un universo que sigue cada día escribiendo su propia historia. Y con ella la nuestra.
«¿Por qué la vida no puede ser como los videojuegos?»
Fuente: PlayGround Noticias