La Ruta del Vino Utiel-Requena, una pasión de moda

La Ruta del Vino Utiel-Requena ofrece diferentes rutas por los viñedos de municipios vitinícolas. Pueblos como Fuenterrobles, Siete Aguas, Rquena, Utiel o Venta del Moro son algunas de las alternativas para esta actividad puesta de moda, como es la cata de vinos.

Este proyecto comenzó en el año 1999. A día de hoy son más de 50 establecimientos que, entre restaurantes, bodegas, casas rurales y empresas, conforman un sinfín de propuestas de ocio y relax asociadas al mundo del vino. Visitas a bodegas, catas de vino y cava, degustaciones de la gastronomía tradicional y, la más novedosa, una visita aérea por los viñedos, bautismo aéreo y una cata en una de las bodegas asociadas, al pisar tierra firme.  Juan Francisco Castro, gerente de la Ruta del Vino Utiel-Requena, ha participado en el programa ‘Comarques’ de News FM compartiendo con los oyentes esta propuesta “a tan sólo 40 minutos de Valencia capital”. El perfil de la gente que frecuenta estos lugares es “cada vez más joven”, con predilección por “vinos rosados”, asegura Castro.

En estas rutas participan “tanto bodegas de renombre como pequeñas bodegas que están iniciándose en este mundo, les damos la oportunidad a todos”, afirma el gerente de la ruta. Los vinos ecológicos también tienen cabida aquí: “no son mejores ni peores, para cada uno el mejor vino es el que se bebe”. Para los más aventureros, además de poder sobrevolar las 40.000 hectáreas de viñedos, existe la posibilidad de realizar barranquismo, rafting y trekking por las Hoces del Cabriel. Y para los más curiosos también pueden asistir a visitas culturales guiadas, degustar menús maridados en restaurantes de la zona o birdwatching, a cargo de un ornitólogo que explica las aves del terreno.

Uno de los packs más demandados es el de alojarse un fin de semana en una de las casas rurales adscritas a la ruta, con cena, desayuno y visita a bodega incluidos. También existe la posibilidad de adentrarse en el mundo de la enología con cursos intensivos para adquirir conocimientos básicos, en los que participan grupos reducidos como mínimo de cuatro personas.Un gran abanico de posibilidades que hacen de los viñedos, una gran propuesta de ocio para todos los públicos.

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