Las CCAA unirán en una única historia sociosanitaria la información clínica y social de sus pacientes

Los servicios sanitarios y sociales de las comunidades autónomas compartirán la historia sociosanitaria de sus pacientes, donde se mostrará unificada su información clínica y social. De esta forma se busca un “pacto sociosanitario” para identificar y dar continuidad asistencial a sus necesidades sociales y problemas de salud. Éste es uno de los objetivos trazados en el primer borrador de la Estrategia de Atención Socio-Sanitaria planteado por el Ministerio de Sanidad.

 

Esta necesidad de “garantizar la continuidad de los cuidados” entre ambos sistemas radica en el progresivo envejecimiento de la población, ya que se prevé que en el año 2020 las enfermedades crónicas sean la principal causa de discapacidad o dependencia.

 

Información para la atención sanitaria

Según el borrador, uno de los ejes fundamentales para esta integración de la atención sanitaria son los sistemas de información, que requerirán mecanismos para compartir los datos sanitarios y sociales del paciente. Estos sistemas, según entiende Sanidad, deberán permitir el registro, seguimiento y evolución del proceso de atención, así como la integración, interoperabilidad y accesibilidad de la información para facilitar la toma de decisiones.

De este modo, la historia sociosanitaria permitiría algunos aspectos como la detección de los problemas de salud; identificar los cuidados, atención y servicios recibidos por los pacientes, o la supervisión de la atención del cuidador.

En referencia a esto, el Ministerio ha propuesto completar esta integración de datos con un único Código de identificación sociosanitario para cada uno de los ciudadanos, el cual sería el código de identificación personal de la tarjeta sanitaria.

Personas beneficiarias

Para determinar las personas susceptibles de ser incluidas en el ámbito sociosanitario, se contempla la necesidad de definir unos criterios médicos, los cuales tendrían en cuenta “el grado de dependencia y la necesidad de cuidados personales y sanitarios”. Así, algunas de las personas que tendrían acceso serían aquellas con enfermedades crónicas con incapacidad funcional severa, con discapacidad intelectual y alteraciones graves de conducta, o menores con necesidades de atención temprana.

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